Señor director:
Me enteré que dañaron una estatua de Messi. Por principio, soy contrario a que a figuras vivientes se las homenajee con tales ofrendas. Estas deberían ser consideradas luego de su desaparición y de esa forma se evitarían estas situaciones. Está visto que el hombre como lo decía Wympy, copia las acciones que a él les parecen justas y de esta manera nos vamos a encontrar dentro de poco tiempo con estatuas por todos lados y se va a llegar a instancias no previstas con reacciones como la que comento. Hace tiempo que no recorro mi Corrientes, la del mismo arrabal como decía Gardel. Aparecen modas como la que comento que no se justifican en vida. Una estatua es un referente perpetuo a una determinada persona por su trayectoria y ésta se determina una vez que finalizó su existencia, nunca antes. Reconozco que llega un momento en el que cada uno de nosotros pretende homenajear a sus admirados pero debemos esperar su finalización, considerar su curriculum, comparar con el resto de su línea y luego decidir. Y su legajo debe ser limpio en todo concepto para evitar comparaciones. Con esta onda que se ha establecido, vamos a dejar la calle Corrientes sin espacio para caminar y si recordamos que es la calle que nunca duerme debemos respetarla y cuidarla, tratando de no equivocarnos en nuestras decisiones, algunas consideradas apresuradas.
Eduardo Micheli
DNI 4.226.883