En rechazo al plan económico, tres de los principales partidos opositores llamaron a una huelga de 24 horas el martes. “Es un primer paso”, dijo Andrés Velásquez, de Causa R, al asegurar que el objetivo es comenzar a unificar “la protesta social”. Manifestaciones por derechos laborales, falta de alimentos y medicinas y fallas de servicios como agua y luz se multiplican, pero la oposición está dividida y debilitada. No está claro cómo los convocantes articularán la huelga.
El sector privado, además, solo trabaja al 30% de su capacidad debido al colapso de la economía y el gobierno ejerce un férreo control sobre empleados públicos.