Deportivo Riestra se inauguró el 22 de febrero de 1931, hace 87 años. Pocos años después nació Pedro Demirdjian, que tiene 82. En estos años fue tres veces presidente del club con sede en Nueva Pompeya. En diálogo con Porteño del Sur, el hincha y dirigente del elenco que hoy milita en la B Nacional, contó detalles de la vida del club... y de la suya.
‘Mi papá, como armenio, vino a la Argentina corrido por la matanza de los turcos. Llegó en 1927 y dos años después compró un terreno. Edificó en ese terreno en el que yo nací en el 36 y en el 40, mi hermana. Queda en Avenida Riestra y Tilcara, y no me fui nunca del barrio. Sigo manteniendo mi casa y tengo la oficina, que es una inmobiliaria, en Tilcara y Cruz’. Y continuó: ‘Cuando cumplí la mayoría de edad, ya era dirigente del club. Lamentablemente mi papá falleció a sus 48 años por una mala praxis. Tuve que trabajar de zapatero y estudiar de noche. Fue una lucha, pero nunca jamás me fui de mi barrio. Yo lo que hacía en la sede era trabajar para el club, asistía a reuniones y buscaba lugares donde entrenar para el equipo. Cuando se inauguró el Parque Chacabuco hice una carta para pedir usarlo para entrenamientos y lo logramos. Todo tipo de tareas hice por Riestra. Hubo maestros dirigentes que me formaron. También hice muchos amigos. Además del fútbol, se intentó hacer fuerte el boxeo por la amistad con los Bonavena, pero acá no prosperó. Ahora voy poco a la sede porque trabajo en la inmobiliaria hasta las 7 de la tarde’.
También rememoró que ‘la sede se usó mucho para casamientos. No solo las fiestas, sino que allí, en el club, se formaron muchas parejas. Todo el vecindario iba a bailar en los carnavales. Nacían amistades y a veces, amores también. Muchos terminaban en matrimonio. En el Riestra se pusieron de novio muchas parejas, se casaron y los hijos siguieron viniendo. Hay muchos vecinos estables’.
Por otra parte, recordó los tiempos en los que fueron adquiridos los terrenos de la sede social (de la calle Del Bañado) y del estadio Guillermo Laza (en Ana María Janer). ‘Decidimos la compra de la propiedad de la sede cuando teníamos un jugador nuestro a préstamo en Huracán. Roberto ‘El Tete’ Calvosa, que fue presidente de Riestra y era famoso en el barrio, era aportante en Huracán. Cuando nos lo devolvieron, pero enseguida hicimos un partido contra Chicago, que quería ver a nuestro número 4 y al final compró al 3. Con esa plata, dos millones de pesos de aquella época, pagamos el saldo y acá tenemos la propiedad de la calle Del Bañado 2353/59. Eso fue hace unos 60 años’, explicó.
‘Hace 25 años inauguramos la cancha actual. Justamente este verano yo estaba en Mar del Plata y me llamaron del club para saludarme, y decirme que eran las bodas de plata del día en que yo izé la bandera por primera vez en un partido. Fue contra Atlas, el día en que inauguramos la cancha. La alegría más grande que me dio Riestra fue cuando firmamos el boleto de compraventa de los terrenos, dos hectáreas y media. El Comodoro Frontini, que estaba a cargo del Parque Deportivo que empezaba en Varela y terminaba en Lafuente, nos llamó y nos dijo que eligiéramos. Yo le había llevado una carpeta con cartas de mis vivencias. Se ve que le gustó mi redacción porque me llamó y me dijo: ‘Elijan el lugar que más les guste’. Como Varela estaba asfaltada, elegimos el predio en el que está nuestra cancha, ahí frente al estadio de San Lorenzo. Son dos manzanas y media’ recordó.