“En realidad son una especie de terminales, que de dormideros no tienen nada, ya que estacionan vehículos mucho tiempo con el motor encendido, realizan limpieza de unidades y en algunos casos hasta algo de mecánica”, señalaron los habitantes de Tres de Febrero.
Según se informó, cuando a las líneas de colectivos se les complicó la presencia de las terminales en la ciudad de Buenos Aires debido a las exigencias establecidas, inmediatamente muchas de ellas prolongaron sus recorridos de manera “ficticia” por Tres de Febrero para establecerse en un municipio que no cuenta con legislación a tal efecto.
En ese sentido, los vecinos explicaron que las zonas de Villa Raffo, y en particular Ciudadela, son las más perjudicadas al respecto, ya que allí conviven “los dormideros” en espacios urbanos, provocando que la calidad de vida de los vecinos lindantes a los mismos se vea deteriorada.
“Cuando decimos que la calidad de vida se deteriora nos referimos a que las empresas llevan a cabo tareas de mantenimiento y limpieza de las unidades fuera del predio. También se realizan otras actividades como gomería, mecánica, lavado y hasta pintura, que interfieren negativamente en la convivencia con los vecinos de la zona, que reclaman sobre la contaminación ambiental, incluyendo las molestias sonoras‘, sostuvieron.
En tanto, los pobladores de Villa Raffo y Ciudadela indicaron que “además, muchas terminales poseen en los predios su propio abastecimiento de combustible por lo cual debería reglamentarse la utilización del mismo para evitar siniestros y contaminación ambiental”.
“No existe -agregaron- una ordenanza que normatice esta actividad. En este sentido creemos que se debe legislar, exigiendo un mínimo de kilómetros de recorrido interno por nuestro partido; y un número determinado de unidades, acordes a una superficie establecida. A su vez, se debería realizar un estudio de impacto socio ambiental para su instalación; las esperas deberían ser con el motor detenido”.