Una fiscal solicitó este lunes que Cecilio Saettone, el primo ex policía de la esposa de Jorge Mangeri, el femicida de Ángeles Rawson, sea condenado a cuatro años de prisión por haber cometido falso testimonio en dos oportunidades para favorecer la situación del portero condenado.
El debate se realizó en una única jornada realizada ante el juez Luis Salas, del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de la Capital Federal, en el sexto piso del Palacio de Tribunales, quien dispuso que el veredicto se conocerá el próximo 6 de diciembre, a las 15.
Vestido de camisa negra, pantalón beige y zapatos oscuros, Saettone (57) sólo se sentó en el estrado para dar sus datos personales pero, al igual que hizo durante la instrucción, se negó a declarar cuando el juez Salas lo invitó a prestar declaración indagatoria.
Saettone, quien el momento de los hechos era suboficial mayor de la Policía bonaerense pero luego de 33 años de servicio se retiró en 2015, llegó a juicio acusado de dos hechos de “falso testimonio”.
Según la acusación, el imputado colaboró con Mangeri (49), esposo de su prima Diana Saettone, antes de que éste fuera detenido y mintió para favorecerlo en dos oportunidades, en 2013 cuando fue a declarar ante el juez de instrucción Javier Ríos y en 2015 cuando lo hizo ante el TOC 9 en el juicio oral al portero.
El hecho puntual sobre el cual para la fiscalía mintió es un encuentro que Saettone tuvo con Mangeri el 14 de junio de 2013, horas antes de que terminara detenido por el crimen de Ángeles, en la localidad bonaerense de General Pacheco donde el ahora juzgado trabajaba vigilando la fábrica automotriz Ford.
Según Saettone, en ese encuentro Mangeri le preguntó qué haría si él tuviera algo que ver con el crimen de Ángeles y él le contestó “te meto preso”, aunque luego el concubino de su prima le negó cualquier vinculación con el hecho y le dijo que estaba amenazado.
La fiscal de juicio Mónica Cuñarro acusó a Saettone de “haberse presentado a declarar como un testigo imparcial” cuando en realidad su propósito fue “mejorar la situación procesal del marido de su prima” y planear “una estrategia encubridora”.
La representante del Ministerio Público remarcó que en ambas testimoniales Saettone afirmó que el encuentro con Mangeri se extendió “de diez a veinte minutos”, aunque para ella quedó probado que “duró al menos dos horas”.
Para ello, se refirió a los datos de la tarjeta SUBE que Mangeri utilizó ese día para llegar a General Pacheco, donde quedaron registrados los horarios en los que se subió al colectivo.
Cuñarro afirmó que ?también es una falsedad? que Saettone no haya visto en su reunión con Mangeri las lesiones que éste tenía, especialmente en su cara, y que describió como “rasguños compatibles con las lesiones de defensa que le hizo Ángeles”.
“¿Qué llamativo? ¿Cómo es posible en un encuentro cara a cara dentro de una camioneta que no le vio las lesiones en la mejilla?”, se preguntó la fiscal durante su alegato.
Si bien aclaró que este juicio sólo era por el falso testimonio, Cuñarro dejó entrever durante su alegato que siempre se sospechó que Saettone sabía la verdad de lo ocurrido y asesoró a Mangeri porque su familia le pidió que “le diera una manito”.
“Saettone no mintió en cualquier hecho. Mintió en un hecho gravísimo. Podría haber ayudado, podría haber ido a una comisaría mientras toda la Argentina estaba en vilo y mientras se miraba al padrastro de la niña como sospechoso”, señaló la fiscal.
Cuñarro mencionó como agravantes que Saettone era “policía y funcionario público” e incluso el hecho de que uno de sus dos hijos se inscribió para ser Policía de la Ciudad y él con este episodio estaba dando un “mal ejemplo”.