Desde su macabro hallazgo, el cadáver de Araceli Fulles no para de generar datos a los investigadores. El cuerpo fue encontrado en una fosa, pero de pocos centímetros de profundidad. Los investigadores creen en la posibilidad de que la secuencia del homicidio y posterior “entierro”, utilizando una sábana para envolver los restos y cal con el objetivo de ocultar los olores de la putrefacción, se registró en muy pocos minutos.
“No quisieron tirar el cuerpo por ahí, afuera de la vivienda. Por eso tomaron la decisión de enterrarlo y a las apuradas”, dijo un vocero policial. Así, lo que surge es que el femicidio no habría estado planeado y la sospecha es que la chica fue convidada a ingerir drogas. En ese marco, se cree que una hipótesis posible es que uno de los sospechosos, Diego Badaracco (quien se hace llamar Darío), tras consumir estupefacientes le propuso mantener relaciones sexuales con sus amigos, la joven se negó y en ese contexto se cometió el femicidio.
Esta teoría es completamente crítica del trabajo que realizó la fiscal Graciela López Pereyra desde que tomó el caso por “averiguación de paradero” de Araceli.
Desde el entorno de la fiscal, en cambio, se sostuvo una versión bien diferente, porque “no está comprobado que el cadáver haya estado tres semanas desde la desaparición en el lugar donde finalmente fue encontrado”, precisando que “no se puede descartar que esa fosa no sea el escenario primario del femicidio, y hay chance de que se trate de algo plantado”.
En ese sentido, se ordenó la realización de una serie de pericias para tratar de determinar el momento preciso en que Araceli resultó asesinada mediante la técnica de estrangulamiento “a lazo”. Asimismo, es probable que se logre saber si realmente Araceli fue asesinada en el fondo de la casa de la calle Storni, o como se sospecha desde la fiscalía, la mataron en otro espacio, y en un momento la llevaron al domicilio de Badaracco. “No se puede descartar absolutamente nada. Tal vez los verdaderos autores lo inculparon a Badaracco. Los resultados de pericias, análisis criminalísticos y testimonios, serán más que importantes para determinar responsabilidades”, señaló un vocero del Departamento Judicial de San Martín.
La familia de Araceli, en medio del dolor, se apoyó en el colectivo de mujeres “Furia Feminista”, que acompañó todo el proceso de búsqueda con vida de la joven. “Se tiene que respetar este momento de enorme tristeza para la familia, pero también para todas las personas que buscamos viva a Araceli. La abogada Molina, designada por la familia, será la encargada de presentarse como particular damnificada y recorrerá todas las posibilidades para evitar la impunidad”, sostuvo una integrante del grupo que colaboró con la causa.
En la causa trabajó la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Martín. “Se perdió el tiempo en muchas pistas falsas, que no conducían a nada. Tiempo y recursos, porque no hay muchas personas para investigar una desaparición. La policía tiene que cumplir con lo que se ordena desde la fiscalía interviniente. Se trabajó muy mal”, dijo una fuente policial del distrito.
El rol de Badaracco, como el de los restantes detenidos, es un misterio para la fiscal. “Esperaba encontrar a Araceli con vida”, dijo la funcionaria en una reunión con familiares, tras el macabro hallazgo en la noche del jueves. Aquí es importante destacar que, durante la pesquisa que se inició el 2 de abril, una sospecha que rodeó el caso se relacionó con una presunta red de trata de mujeres para su explotación sexual. De hecho, se exigía la intervención de la justicia federal.
Las preguntas sobre por qué los restos aparecieron en un lugar donde ya se habían hecho rastrillajes y quién alertó al sospechoso que estaba en la mira de la investigación, permitiendo su fuga (finalmente fue detenido anoche en Flores), se amontonan en la oficina de López Pereyra. No hay respuestas firmes, concretas. Es una causa sin certezas.
“Alguien le avisó a esta persona, que justamente tiene familiares que son efectivos policiales de la zona. Queríamos encontrarla con vida, pero ahora tenemos que tratar de hallar a los verdaderos responsables, y no a perejiles. Hubo gente que ensució todo desde el comienzo mismo de la investigación”, señaló la fuente judicial consultada