Policiales
La Cámara de Casación confirmó la condena a prisión perpetua para
Pablo Marcelo Díaz, el violador que en 2009 asesinó de 26 puñaladasa la joven.
La Cámara de Casación confirmó la condena a prisión perpetua para Pablo Marcelo Díaz, el violador que en 2009 asesinó de 26 puñaladas a Soledad Bargna en un departamento del barrio porteño de Caballito durante una salida transitoria, informaron fuentes judiciales.
La decisión fue adoptada por la sala IV de esa cámara en una resolución de 23 carillas, donde los camaristas Mariano Borinsky, Juan Carlos Gemignani y Gustavo Hornos rechazaron un recurso presentado por la defensa.
De esta manera, los camaristas homologaron la condena para Díaz dictada el 11 de mayo de 2011 por el Tribunal Oral en lo Criminal 26, que lo declaró culpable del delito de “abuso sexual seguido de muerte”.
El hecho ocurrió el 22 de mayo de 2009 en el edificio de Honorio Pueyrredón 832, Caballito. Allí, vivía el acusado con su mujer y una hija de 10 años en el 5to. “14” y la víctima en el 6to. ‘18”.
Según la acusación, el imputado mató a la joven “tras sorprender a la víctima sola en su departamento”, donde pretendió abusar sexualmente de ella y la atacó con un cuchillo del tipo ‘tramontina’ para vencer así toda resistencia.
Bargna “resultó con múltiples heridas cortantes en el cuerpo y hematomas en su rostro producto de golpes”, señala la resolución.
La defensa oficial de Díaz, quien ya registraba una pena de 12 años de prisión impuesta el 6 de septiembre de 2002 por el Tribunal Oral en lo Criminal 13, no cuestionó el homicidio ni “la responsabilidad de su asistido en este evento”, pero entendió que ‘no existen en el legajo elementos de juicio que permitan tener por acreditado” el abuso sexual previo al crimen.
Sin embargo, los magistrados ratificaron que Díaz “se abalanzó sobre ella, intentando accederla carnalmente”.
‘Como consecuencia del forcejeo, le asestó múltiples heridas cortantes en el cuerpo y hematomas en su rostro”, tras lo cual ‘para poder procurar su impunidad, le infringió una herida mortal en el pecho, lesionando sus vasos intratorácicos, lo que le provocó su deceso”, dijeron los jueces.
En su momento, el fiscal agregó que “acto seguido, Díaz se auto infringió heridas con un cuchillo, por lo que al arribo de personal policial manaba sangre, presentándose como un vecino e indicando que un sujeto del sexo masculino desconocido había perpetrado un hecho de robo, resultando víctima junto a la ocupante del departamento”.
En su voto, al que adhirieron sus colegas, el juez Borinsky afirmó que “la sola circunstancia de haberse registrado durante la marcha del proceso distintos juicios de subsunción provisorios sobre un mismo universo fáctico de imputación, no comporta un estado de indefensión para con el imputado, por cuanto, en todos los casos y como quedara expuesto, en aquellos siempre estuvo involucrado el abuso sexual” que padeció la joven “al encontrar la muerte”
De esta manera, los camaristas homologaron la condena para Díaz dictada el 11 de mayo de 2011 por el Tribunal Oral en lo Criminal 26, que lo declaró culpable del delito de “abuso sexual seguido de muerte”.
El hecho ocurrió el 22 de mayo de 2009 en el edificio de Honorio Pueyrredón 832, Caballito. Allí, vivía el acusado con su mujer y una hija de 10 años en el 5to. “14” y la víctima en el 6to. ‘18”.
Según la acusación, el imputado mató a la joven “tras sorprender a la víctima sola en su departamento”, donde pretendió abusar sexualmente de ella y la atacó con un cuchillo del tipo ‘tramontina’ para vencer así toda resistencia.
Bargna “resultó con múltiples heridas cortantes en el cuerpo y hematomas en su rostro producto de golpes”, señala la resolución.
La defensa oficial de Díaz, quien ya registraba una pena de 12 años de prisión impuesta el 6 de septiembre de 2002 por el Tribunal Oral en lo Criminal 13, no cuestionó el homicidio ni “la responsabilidad de su asistido en este evento”, pero entendió que ‘no existen en el legajo elementos de juicio que permitan tener por acreditado” el abuso sexual previo al crimen.
Sin embargo, los magistrados ratificaron que Díaz “se abalanzó sobre ella, intentando accederla carnalmente”.
‘Como consecuencia del forcejeo, le asestó múltiples heridas cortantes en el cuerpo y hematomas en su rostro”, tras lo cual ‘para poder procurar su impunidad, le infringió una herida mortal en el pecho, lesionando sus vasos intratorácicos, lo que le provocó su deceso”, dijeron los jueces.
En su momento, el fiscal agregó que “acto seguido, Díaz se auto infringió heridas con un cuchillo, por lo que al arribo de personal policial manaba sangre, presentándose como un vecino e indicando que un sujeto del sexo masculino desconocido había perpetrado un hecho de robo, resultando víctima junto a la ocupante del departamento”.
En su voto, al que adhirieron sus colegas, el juez Borinsky afirmó que “la sola circunstancia de haberse registrado durante la marcha del proceso distintos juicios de subsunción provisorios sobre un mismo universo fáctico de imputación, no comporta un estado de indefensión para con el imputado, por cuanto, en todos los casos y como quedara expuesto, en aquellos siempre estuvo involucrado el abuso sexual” que padeció la joven “al encontrar la muerte”
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