Dos personas fueron detenidas en la provincia de Mendoza como sospechosas de haber perpetrado el femicidio de la menor Florencia Romano, de 14 años, cuyo cadáver fue encontrado la tarde del jueves en un cauce de riego de la localidad de Maipú.
La menor estaba desaparecida desde el sábado pasado tras encontrarse con una pareja que la citó por Instagram.
Precisamente, esas dos personas, el carnicero Pablo Arancibia (33) y Micaela Méndez (27) son los detenidos por el crimen, además de haberse suspendido a una policía del 911 que cortó un llamado en el que se denunciaba una situación de violencia en el domicilio de los acusados.
Este viernes a la 1.50, el Cuerpo Médico Forense de Mendoza confirmó que el cuerpo hallado unas horas antes por la Policía Científica y de la Unidad Fiscal de Homicidios pertenecía a la adolescente Florencia Romano
El cadáver fue encontrado en la calle Alsina al 2300, a 3 kilómetros de la casa de los acusados, en una zona cercana a un frigorífico, y estaba parcialmente calcinado y envuelto en mantas.
Antes del hallazgo, una vecina había informado sobre un corpiño y un cuchillo con sangre dentro de una bolsa escondida en una vivienda abandonada, a sólo 70 metros sobre el callejón de entrada a la casa de Arancibia y Méndez.
La confirmación de la identidad se realizó en el Laboratorio del Registro de Huellas Genéticas y fue anunciada en la tarde del jueves por la fiscal a cargo de la investigación, Claudia Ríos, en el mismo momento que manifestantes marchaban por las calles céntricas de la capital mendocina hasta los tribunales para exigir la aparición con vida de la joven.
Los investigadores lograron establecer, antes de que aparezca el cuerpo, que Florencia mantenía contacto con la pareja a través de Instagram y había acordado encontrarse con ambos el día de su desaparición.
Romano había partido de su casa en Guaymallén, en el Gran Mendoza, el 12 de diciembre. Su mamá la acompañó a tomar un micro porque la adolescente le dijo que “iba a la casa de una amiga”. A partir de ese momento, nunca más tuvo contacto con ella.
Gracias a los videos del recorrido que hizo en metrotranvía (y apoyándose en los mensajes de Instagram), se pudo determinar que se había dirigido al domicilio de los acusados.
Al ser consultados al respecto, los ahora imputados por “femicidio en grado de coautoría” -un delito que prevé una pena de prisión perpetua- confirmaron la versión pero aseguraron que la adolescente se retiró de su casa esa misma tarde.
Arancibia tiene un antecedente penal por privación ilegítima de una persona. Para definir la imputación, los peritos se apoyaron en las marcas en el cuerpo, como si alguien se hubiese intentando defender frente a un ataque.
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