Dos jóvenes fueron asesinados a balazos en un descampado de la localidad bonaerense de Virrey del Pino, donde se efectuaron cerca de 30 disparos, y la principal hipótesis apunta a un ajuste de cuentas vinculado con el narcotráfico, informaron ayer fuentes de la investigación.
Los cadáveres fueron descubiertos en la noche del jueves último, luego de un rastrillaje en la zona, ya que por la tarde se había recibido un llamado a la línea de emergencias 911 que alertaba sobre la presencia de los cuerpos, aunque se tardó un par de horas en encontrarlos.
Fuentes de la investigación, dirigida por el fiscal Jorge Yametti, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios de La Matanza, revelaron que hasta esta tarde sólo una de las víctimas había sido identificada como un ciudadano paraguayo de unos 30 años y se especulaba con que el otro asesinado también podría ser de la misma nacionalidad y edad.
Los cadáveres yacían debajo de un árbol en un descampado ubicado en la calle 13, sin número, del barrio denominado 16 de septiembre, un asentamiento que se instaló hace pocos meses en esa zona del partido de La Matanza, en el oeste del conurbano, donde vive una comunidad paraguaya, según explicaron las fuentes.
“Es una zona donde se suele vender droga y no descartamos que una cuestión de territorio entre bandas narco sea el móvil de este doble asesinato”, dijo uno de los investigadores del caso, que buscaba algún testigo o vecino que pudiera aportar datos a la pesquisa.
Los peritos de la Policía Científica que procesaron la escena del doble crimen recolectaron un total de 27 vainas servidas, la mayoría 9 milímetros, pero también de .357 Magnum, un calibre atípico para una pistola que eyecta cápsulas.
También se encontraron tres cartuchos completos calibre 12/70 compatible con los escopetazos que ambas víctimas presentaban en sus cráneos y a uno de los hombres le hallaron 885 pesos en un bolsillo.
La hipótesis de los peritos es que los disparos se iniciaron a unos 15 metros de donde luego fueron hallados los cuerpos, que las víctimas cayeron heridas y luego los asesinos se acercaron para rematarlos de un escopetazo en la cabeza a cada uno.
Si bien la mecánica y la causa de las muertes será determinada en la morgue policial donde fueron trasladados los cadáveres, en Puente 12, las fuentes indicaron que a simple vista los cuerpos también tenían heridas compatibles con machetazos.
La Policía tampoco descartaba que se trate de algún crimen vinculado a alguna cuestión personal y seguían la pista de que al menos una de las víctimas podría provenir de la villa 31 de Retiro.
Un hecho similar se produjo el 1 de septiembre último en la misma localidad, cuando tres jóvenes fueron hallados asesinados a balazos, uno de ellos de siete disparos, en una casa prefabricada y sin muebles en inmediaciones de las calles Góngora y Fidias.
Las víctimas fueron identificadas como Eduardo Amarilla (25), Lucas Cevallos (21) y Gustavo Díaz (25), quienes fueron ejecutados por la espalda.
Los tres jóvenes fueron sorprendidos en el lugar para luego ser ejecutados con la misma impronta, ya que tenían al menos dos disparos en lugares similares, uno en la zona dorsal y otro en la zona alta de la espalda.Dos de los cuerpos fueron hallados boca abajo a escasos metros de distancia, mientras el tercero estaba en una zona más alejada, por lo que se presumía que habría intentado escapar herido luego de recibir los primeros balazos en la espalda.