Mangeri
"está dispuesto a pelear y a luchar por su situación" y
"tiene mucho para decir", afirmó el letrado, al anunciar en la puerta del penal de Ezeiza la decisión de su defendido de prestar declaración ante el juez de la causa, Javier Ríos.
Pierri indicó que le solicitará al
juez Javier Ríos mediante un escrito que "fij
e urgente audiencia para que Mangeri pueda hacer uso de su derecho de defensa ampliando su declaración indagatoria".
Sobre cómo vio al encargado en el penal, el abogado dijo:
"Es una persona que está privada de su libertad, consciente de que está involucrado, de alguna manera, en una causa muy compleja, donde hay muchos espacios aún por recorrer y nos falta todavía llegar a puntos de verdad. Pero lo importante es que está dispuesto a pelear, a luchar por su situación".
Mangeri fue indagado tres veces por la Justicia, las primeras dos, por el juez Roberto Ponce, quien subrogaba a Ríos, y en ambas ocasiones estuvo asistido por una defensa oficial y se negó a declarar.
En la restante, ya con la defensa particular de Pierri y el abogado Marcelo Biondi, el encargado se negó a declarar sobre el crimen aunque denunció que fue
"hostigado" y "apretado" dentro de la fiscalía por personal policial para que se autoincriminara en el hecho. Se refirió de esta manera al episodio en el que cuando declaraba como testigo ante la fiscal María Paula Asaro, en forma imprevista, se hizo responsable del crimen y desvinculó a su esposa.
Mangeri también denunció que dos días antes de ser detenido fue amenazado por varios hombres que se movilizaban en un auto Polo.
En tanto, el juez Ríos ordenó el martes que se realice una nueva junta médica para que se aclaren 72 puntos sobre la muerte de Angeles, entre ellos, cuándo la mataron, si falleció antes de ser compactada en la basura,
si la estrangularon y si fue víctima de un ataque sexual. Respecto de esta nueva junta, Pierri señaló que espera que con esta medida "definitivamente se eche luz y que la verdad científica" los acompañe "en esta causa que es muy, muy compleja".
En la primera junta médica, los forenses oficiales y de la defensa concluyeron que la Angeles "padeció de un período agónico prolongado" y que no fue estrangulada, sino que murió por "aplastamiento" entre la basura en la que fue hallado su cadáver.
Por su parte, los peritos de la querella consideraron, en disidencia, que "la muerte se produce con anterioridad a su compactación" y luego presentaron un informe complementario en el que señalaron que la víctima fue sofocada y estrangulada por su asesino durante un ataque sexual.