Klimov Stelmaj Volodymyr fue experto conductor de tanques y francotirador en Afganistán. Hoy está preso por dos crímenes cometidos en nuestro país. Afirma que fue en defensa propia y desde Facebook piden su liberación.

Su nombre es Klimov Stelmaj Volodymyr, nació en Rusia y está detenido en una cárcel bonaerense de máxima seguridad cumpliendo castigo por matar a dos personas. No es cualquier interno, porque el hombre asegura haber combatido en Afganistán para el ejército de la ex Unión Soviética y que fue un experto conductor de tanques y francotirador. También sostiene que mató a más de 300 personas y que la mafia rusa asesinó a su esposa, a su hija y a su hermano boxeador. En Facebook un grupo lo apoya y pide por su libertad.

La historia del preso Volodymyr se conoció cuando comenzó a "hacer ruido" su traslado a la unidad penitenciaria de General Alvear desde el penal de Florencio Varela, donde la población le tenía miedo.

El ruso fue condenado a cadena perpetua porque mató a dos personas en medio de una pelea. Alega que fue en defensa propia y sueña con volver a su país para visitar a su padre. También dice que formó parte de la Policía Militar durante 16 años e integró el Grupo Especial de Operaciones y Búsqueda de Prófugos de la cárcel de máxima seguridad de Moscú.

"En comparación con las cárceles rusas, el penal de Alvear es un sanatorio. Allá los muros son mucho más altos, hay rejas por todas partes y alambrados electrificados con 2.500 voltios. Escaparse es ir a la muerte segura. Al fugitivo se le lanzan los perros. Yo los perseguía en el helicóptero. Teníamos la orden de matar. No podían volver vivos. Algunos morían mutilados por los osos, que nos ahorraban el trabajo", recuerda el ruso en un reportaje publicado por el portal Alvear Vive.

En ese marco, contó que en una de esas búsquedas, que concluyó con seis presos asesinados, le hizo ganar enemigos de la mafia rusa. "En 1993 un camión aplastó a mi mujer y a mi hija de diez meses. Luego, en medio de apuestas clandestinas, asesinaron a mi hermano, campeón de boxeo", confesó.

En la red social Facebook se armó un grupo, con 72 participantes, denominado "Que liberen a Klimov Stelmaj Volodymyr", donde se pide la excarcelación del ruso alegando que fue condenado en un caso de legítima defensa.

El hombre sostuvo que al lado de las cárceles rusas, las bonaerenses "son como un sanatorio". Dentro de los paneles su fama de duro trasciende los muros. Y se sabe que fue llevado a General Alvear por "prevención". Volodymyr llegó a nuestro país a través de un amigo, escapando de la mafia rusa y trabajo mucho tiempo como custodio de empresarios. El hecho que lo mantiene en la cárcel ocurrió en 2003, en San Martín, donde mató a dos personas que, asegura el condenado, le debían 2.500 dólares y lo quisieron matar para no devolver el dinero. Pero Volodymyr los fusiló. i