Un matrimonio y su hijo fueron procesados en la causa que investiga el crimen del niño Marito Salto, quien fuera secuestrado, violado, asesinado y su cuerpo descuartizado, en un presunto homicidio cometido durante un rito satánico, ocurrido en la ciudad santiagueña de Quimili, en mayo de 2016.
La medida fue dictada por la jueza Rosa Falco y alcanzó a Miguel Angel Jiménez (de 58 años y alias "El Brujo"), acusado de ser el autor intelectual del crimen del chico, como así también a su esposa, Arminda Lucrecia Díaz (57, docente y directora de una escuela rural de Quimilí) como 'partícipe necesario de homicidio agravado’. En tanto, el hijo de la pareja, Miguel Jiménez, fue procesado por el delito de 'encubrimiento’, aunque fue beneficiado con una excarcelación extraordinaria.
En este expediente por el crimen del niño Mario Agustín Salto, permanecen detenido Rodolfo Sequeira (45), acusado del secuestro del niño; David Tomás Sosa (23), quien inicialmente declaró como un testigo de identidad reservada, y Ramón Rodríguez (59 y apodado "Burra"), que cumple prisión domiciliaria por razones de salud.
Por otra parte, la juez Falco indicó que se encuentran en su etapa final los exámenes de ADN a vecinos de dos pueblos cercanos a Qumilí, que se suman a las más de 3.000 muestras extraídas durante todo el 2018, a los efectos de intentar comparar con el patrón genético del supuesto autor de la violación y el crimen de Marito Salto. Estas muestras fueron enviadas al Laboratorio de Genética de los Tribunales de Santiago del Estero y son comparadas con el patrón encontrado en el cuerpo y las ropas de la víctima, de entonces 11 años.
Hasta aquí, los ADN realizados con anterioridad a todos los detenidos arrojaron resultados 'negativos’, lo que motivó reiterados pedidos de excarcelaciones de los apresados por el caso, los cuales fueron rechazados en forma reiterada, incluso por el Superior Tribunal de Justicia de Santiago del Estero.
La principal hipótesis de los investigadores del caso es que el niño fue asesinado hace más de tres años durante un 'rito satánico’ y su padre Mario Alberto Salto no ha cesado de reclamar por el esclarecimiento de lo sucedido, protagonizando casi 400 marchas y denunciando el encubrimiento de las autoridades políticas y judiciales.