La desintegración de los narcóticos se realizó en el cementerio municipal de Lomas de Zamora, ubicado en Martín Rodríguez y Hornos, donde se quemaron más de 1600 kilos de y 100 kilos de cocaína.
En el lugar, el ministro señaló: “la droga es nuestro enemigo, esa es la premisa que mantenemos desde el momento que asumí, hace casi tres años”, al tiempo que aseguró que “con la quema, cumplimos con el último eslabón de la lucha contra el narcotráfico”.
“Vamos a quemar lo incautado para que no intoxique más a nadie, porque cuando la droga entra a un hogar, lo destruye” expresó Ritondo, que estuvo acompañado por jefe de la Policía, Fabián Perroni, y el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena.
Ritondo inauguró un Centro de Control de la Policía de Seguridad
En ese sentido, el ministro provincial finalizó: “nuestro principal objetivo es sacar este veneno de la calle y poner a los narcotraficantes a disposición de la justicia”.
Para la incineración, la cartera de seguridad repitió la experiencia de la quema anterior, donde convocaron a la ciudadanía a través de redes sociales para que participen como testigos voluntarios.
En su gran mayoría, los operativos que permitieron el secuestro de los estupefacientes estuvieron encabezados por la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado y la Superintendencia de Investigaciones en Función Judicial. Asimismo, varios operativos fueron realizados por las Superintendencias Capital, Amba Centro, Amba Sur e Interior Centro.