La extradición ya había sido solicitada en
2012 por el anterior juez de la causa, pero Estados Unidos rechazó el planteo por motivos formales.
También el magistrado pidió a Venezuela mediante otro exhorto, la extradición de Diego Uzcátegui Matheus, ex vicepresidente de la
petrolera PDVSA, y de su hijo, Daniel Uzcátegui, uno de los siete pasajeros que viajaron con Antonini Wilson en aquel vuelo, contratado por la petrolera estatal argentina
ENARSA.Los nuevos pedidos de extradición se produjeron al borde de la prescripción de la causa en agosto próximo, al cumplirse diez años de producido el hecho.
Hace semanas, la sala II de Casación consideró que el caso debía ser investigado como contrabando y no como lavado de activos, pues bajo esta última figura penal la causa ya estaba prescripta por el paso del tiempo.
Tras ello, el juez Yadarola pidió la extradición de Antonini Wilson "a los fines de recibirle declaración indagatoria, acto procesal en el cual la persona imputada conoce en forma directa la acusación que se le realiza junto a las pruebas en su contra y tiene la posibilidad de argumentar en su defensa".
En su resolución, el magistrado rebatió cada uno de los impedimentos por los cuales Estados Unidos rechazaría el pedido de extradición: que la causa no está motivada en cuestiones políticas, ni contemplado en la legislación militar.
"Una vez escuchado Antonini Wilson este tribunal analizará y evaluará sus argumentos para emitir un decisorio respecto a su intervención en el hecho, circunstancia que posibilitaría avanzar en esta faz de instrucción hacia las próximas etapas procesales, en caso de que así correspondiera", concluyó el Tribunal.
Antonini Wilson fue retenido por la Policía de Seguridad Aeroportuaria el 4 de agosto de 2007 al intentar ingresar una valija con
790.550 dólares, y luego de viajar en una comitiva en la que también lo hicieron Claudio Uberti, ex jefe del Organo de Control de Concesiones Viales (OCCOVI), así como directivos de la estatal ENARSA.
Tras el episodio, el empresario con ciudadanía estadounidense y radicado en Miami se ofreció voluntariamente a brindarle información al departamento de Justicia de Estados Unidos, presuntamente después de su acuerdo con el FBI, aunque el departamento de Justicia indicó que no implicó ningún tipo de protección legal o económica hacia él.
De esta forma, Antonini declaró como testigo desde mediados de 2008 ante la Corte de Miami en una causa por la presunta comisión de espionaje ilegal en territorio norteamericano por parte de tres venezolanos y un uruguayo acusados de actuar como agentes extranjeros encubiertos para ocultar el origen y destino del dinero del maletín, que fue vinculado a la campaña electoral de Cristina Kirchner en 2007.
Puntualmente, el empresario ratificó que el dinero
"provenía de PDVSA, de Venezuela, e iba para la campaña presidencial de Cristina de Kirchner", lo cual generó escándalo a nivel local: la presentación del "valijero" ante la justicia argentina fue reclamada con insistencia por el Gobierno de la presidenta Kirchner en medio de las fuertes acusaciones lanzadas por su administración contra la Corte Federal de Miami.
Con la culpabilidad de los agentes encubiertos probada por la Justicia estadounidense, Antonini Wilson quedó bien posicionado, puesto que esta resolución implicó que el jurado avaló su versión, es decir, que la valija no era suya y que él era un "chivo expiatorio".
Tras el fallo, Antonini Wilson anunció que viajaría a la Argentina para prestar declaración indagatoria ante la Justicia, que lo investiga por la valija con 800 mil dólares, aunque sus defensores también indicaron que el empresario venezolano estaba dispuesto a declarar en Miami ante un juez argentino.
A fines de 2016 y luego de nueve años, se definió el destino que se le dará a los 800 mil dólares de la valija: el dinero se utilizará para la construcción de un Centro de Primera Infancia para chicos en situación de vulnerabilidad.