En el Congreso del Partido Justicialista que se realizaba en el Microestadio de Ferro, reinaba el desconcierto y la incertidumbre. Si bien no eran muchos los dirigentes de la coalición oficialista que se ilusionaban con una Cristina Kirchner candidata a presidenta, también es cierto que nadie se esperaba el golpe que llegó ayer por la tarde y de la forma en que ocurrió. Tal vez por eso en sus caras se notó el desconcierto cuando la vicepresidenta anunció que no será candidata a nada en las próximas elecciones.
“No voy a ser mascota del poder por ninguna candidatura. He dado muestras, como nadie, de privilegiar el proyecto colectivo sobre la ubicación personal. No voy a entrar en el juego perverso que nos imponen con fachada democrática para que esos mismos jueces, encaramados hoy en la Corte, dicten un fallo inhabilitándome o directamente sacándome cualquier candidatura que pueda ostentar, para dejar al Peronismo en absoluta fragilidad y debilidad frente a la contienda electoral”, aseguró Cristina Kirchner en la carta que publicó en sus redes sociales justo mientras se desarrollaba en el Microestadio de Ferro el Congreso Nacional del PJ.
Minutos antes de que se conociera la decisión de la vicepresidenta, los congresales allí reunidos entonaban un “Cristina Presidenta” que llenaba todo el estadio. Tal vez por eso, cuando se conoció la carta, lo único que inundó el lugar fue el desconcierto y la desazón.
“Debemos ser inteligentes para salir de este laberinto y romper la trampa a la cual nos quieren llevar: que tengamos una candidatura prohibida por el Partido Judicial. Porque, frente a una derecha cuya única propuesta es arrebatar derechos, el peronismo sigue siendo el espacio político que garantiza la defensa de los intereses del pueblo y de la Nación”, dijo Cristina en su carta. Y agregó: “Ante esta situación resulta imprescindible -más que nunca- la construcción de un programa de gobierno que vuelva a enamorar a los argentinos y las argentinas, y convencerlos de que un país mejor no sólo es posible sino que, además, es deseable”.
Con su renuncia a cualquier candidatura —que había sido anticipada el 6 de diciembre del 2022— Cristina Kirchner clausuró totalmente el “operativo clamor”, ya bastante desinflado pero que aún parecía respirar con la mirada puesta en el acto del 25 de mayo para conmemorar los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner a la presidencia.
Varias horas después de conocerse la carta de la vicepresidenta, en el peronismo —y en el kirchnerismo en particular— lo que más circulaban eran los mensajes por whatsapp para ver qué hacer con los planes que venían armando de cara al “mega acto” que pensaban hacer el próximo 25 de mayo en la avenida 9 de julio. “Habrá que pensar en un plan B”, reconoció un dirigente que frecuenta el Instituto Patria y que horas antes aseguraba que no había plan B, sólo plan A y era que Cristina fuera candidata.
En la Casa Rosada nunca alimentaron la versión de que Cristina Kirchner terminaría siendo candidata. Allí, enseguida calentaron motores para insistir con la línea que viene impulsado el presidente Alberto Fernández (cada vez más desdibujado y que pegó el faltazo al Congreso del PJ a pesar de ser presidente del partido): insistir con que el Frente de Todos vaya a las PASO.
Se frotan las manos Daniel Scioli y Eduardo “Wado” de Pedro, pero no Sergio Massa, quien ha dado suficientes señales de que quiere ser ungido candidato único del espacio si le piden que haga el “sacrificio” de ser el candidato de una coalición que sabe que tiene grandes chances de perder en las urnas.
Serán horas de reflexión y diálogo en el Gobierno, en el Frente de Todo y especialmente en el seno del kirchnerismo. Eso después de que pasen las horas de desconcierto y desazón tras la decisión ratificada de Cristina Kirchner de no ser candidata a nada en este año electoral.
comentar