Un día después de que el Gobierno afirmara que no apelará fallos que otorguen prisión domiciliaria a represores, el condenado Miguel Etchecolatz obtuvo ese beneficio por un juzgado platense.
La resolución fue adoptada por el Tribunal Oral Federal de la ciudad de La Plata. Así el condenado a cuatro reclusiones perpetuas por genocidio y crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura cívico militar, obtuvo el beneficio, aunque por el momento seguirá detenido por otras causas.
La noticia generó el inmediato repudio de organismos de derechos humanos, que se habían manifestado hoy ante el tribunal de la calle 4 entre 51 y 53, los que advirtieron que esta decisión "abre la puerta" para que la mayoría imputados de La Plata tenga el mismo destino.
"Más allá de la edad y de su salud, se trata de una persona que sigue cometiendo delitos, porque la desaparición forzada y la sustracción de la identidad cesan cuando sabemos el destino de los chicos apropiados o de los detenidos. El sabe todo eso y lo calla", sostuvo Guadalupe Godoy, abogada de la familia del testigo desaparecido Jorge Julio López.
El represor está alojado en el Hospital Penitenciario de Ezeiza y realiza una huelga de hambre. Anteriormente, la Justicia no había aceptado el pedido de la defensa del represor porque consideró que "no reunía los requisitos".
El jueves 19 de agosto, el ministro de Justicia, Germán Garavano, reafirmó que el Gobierno no apelará las decisiones judiciales.
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