El Papa Francisco se refirió al presente que vive la Argentina y puso el foco en una "mala administración" de los recursos que tiene el país. "La pobreza (en la Argentina) está en un 52%, ¿Qué pasó? mala administración, malas políticas", sentenció el Sumo Pontífice durante una entrevista que ofreció a la agencia Associated Press (AP).
"Argentina, en este momento, y no hago política, leo los datos, tiene un nivel de inflación impresionante", sostuvo en el marco de una extensa charla en la que fue consultado sobre diferentes temas pero, como era de esperar, sus dichos sobre el país en el que nació fueron los que más atención acapararon.
Fue así que Francisco apeló a una repetida humorada sobre las condiciones naturales que tiene Argentina y que contrasta con la falta de desarrollo que empujó a la pobreza a más de la mitad de la población: "Hay una historia teológico-cultural, que dice que los ángeles custodios de los países se fueron a quejar a Dios y le dijeron 'Fuiste injusto con nosotros porque a cada uno nos diste riqueza, minería, agricultura, ganadería y a los argentinos les diste todo, todo, tienen todas las riquezas'. Dicen que Dios pensó un poco, y dijo: 'Para equilibrar les di a los argentinos'".
"Que no se enojen, es un chiste, yo soy argentino, pero algo de verdad hay, no terminamos de llevar adelante nuestras cosas", añadió con humor.
Al ser consultado sobre si tiene en sus planes visitar el país, algo que desde que fue elegido en 2013 no concretó, Jorge Bergoglio lo volvió a descartar: "Por el momento, no. Estuvo programado en 2017, Chile, Argentina y Uruguay. Noviembre, ¿Qué pasó? Bachellet terminaba y yo quería ir estando Michelle. Lo pasamos a diciembre, pero caer en enero a Argentina uno no encuentra ni al perro en la calle, es como el agosto romano. Sí hicimos Chile y Perú, y después ya no se reprogramó más".
En otra parte de la entrevista, el Papa Francisco criticó las leyes que criminalizan la homosexualidad como "injustas" y dijo que Dios ama a todos sus hijos tal y como son y pidió a los obispos católicos que apoyan esas leyes que acojan a las personas LGBTQ en la Iglesia.
"Ser homosexual no es un delito", declaró, a la vez que reconoció que los obispos católicos en algunas partes del mundo apoyan las leyes que criminalizan la homosexualidad o discriminan a la comunidad LGTBQ, y se refirió a la homosexualidad como un "pecado". Sin embargo, atribuyó esas actitudes a contextos culturales y dijo que los obispos en particular también deben pasar por un proceso de cambio para reconocer la dignidad de todos.
"También el obispo tiene un proceso de conversión", dijo, añadiendo que debían mostrar "ternura, por favor, ternura, como la tiene Dios con cada uno de nosotros". Unos 67 países o jurisdicciones de todo el mundo penalizan las relaciones sexuales consensuadas entre personas del mismo sexo y 11 de ellos pueden aplicar o aplican la pena de muerte, según The Human Dignity Trust, que trabaja para acabar con esas leyes.
"Somos todos hijos de Dios y Dios nos quiere como estamos y con la fuerza que luchamos cada uno por nuestra dignidad", subrayó Francisco, de 86 años, quien recibió a AP en su residencia, en el Vaticano.
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