Sin Cristina y sin Alberto, Sergio Massa y Axel Kicillof cerraron este martes la campaña presidencial de Unión en la Patria. Y lo hicieron en el estadio de Arsenal de Sarandí, en Avellaneda, el mismo que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner eligió en su momento para lanzar Unidad Ciudadana y presentar su candidatura junto a la de Alberto Fernández. Bajo el lema “Todos y unidos”, los principales candidatos de la coalición oficialista cerraron una campaña donde la unidad parece no ser tan contundente.
“La provincia de Buenos Aires no se salva sola, no alcanza con un gobierno local, con la provincia, necesitamos un proyecto nacional, necesitamos que Sergio Massa sea presidente”, dijo Axel Kicillof, quien busca este domingo ser reelecto como gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Y lo dijo porque sabe —como lo sabe Massa y toda la cúpula de Unión por la Patria— que muchos intendentes coquetean con un corte de boleta que los favorezca y que perjudique al candidato a presidente. Por eso Kicillof llamó a votar “la boleta completa de Unión por la Patria”.
Pero saben que fueron muchos los intendentes que en las PASO entraron boletas cortas, con su candidatura y dejando librado a la voluntad de votante el espacio de candidato a presidente. Incluso algunos se animaron a entregar la boleta electoral cortada con la candidatura de Milei encabezando.
Por eso Kicillof apuró a los intendentes que estaban en el estadio Arsenal de Sarandí, y les agradeció su presencia mientras les exigía que militen la boleta completa. Es que en Unión por la Patria buscan que el gobernador pueda ser reelecto el próximo domingo y apuntan a que ese triunfo le genere un arrastre a Massa que le permita entrar en el balotaje. Ese es el objetivo principal en la coalición oficialista: retener la provincia de Buenos Aires y entrar en la segunda vuelta nacional.
Para lograrlo, Massa y Kicillof se muestran mas juntos que nunca. En el acto del Día de la Lealtad salieron al escenario abrazados y, tras el discurso del gobernador, se dieron un fuerte abrazo. Nada dijeron del caso “Chocolate” Rigau ni del escándalo de Martín Insaurralde.
“Vinimos a recordar que hay historia, que hay doctrina y por eso hay futuro”, dijo , Kicillof antes de referirse sin nombrarlos a Javier Milei y a Patricia Bullrich. “Hay dos candidatos a presidentes que proponen exterminar al peronismo”. En primera fila lo escuchaban con atención Wado de Pedro, Cecilia Moreau y Máximo Kirchner. Y también su ex jefe de Gabinete, Carlos Blanco, quien fuera removido de ese puesto a pedido de Cristina Kirchner para reemplazarlo por Martín Insaurralde.
“Sergio, son tiempos difíciles pero nada se resuelve con motosierra, ni dinamita ni con ajuste”, dijo Kicillof en obvia referencia a Milei y Bullrich. Y —más peronista que nunca— remató su discurso asegurando que “la dignidad en la Argentina no es un negocio, es un derecho y no se negocia”.
Poco después, Massa aseguró que “la estamos dando vuelta, desde el Norte Grande y la Patagonia estamos construyendo la victoria”, algo que repite hace ya un par de semanas. Nada dice el candidato presidencia de Unión por la Patria sobre si logró revertir el resultado de las PASO en Córdoba, Santa Fe o Mendoza, distritos clave para sumar votos y asegurarse el ingreso a la segunda vuelta electoral.
El candidato presidencial reiteró sus promesas de mejores salarios, jubilaciones e hizo guiños para los movimientos sociales. Lo escuchó —aunque lo aplaudió tibiamente— Juan Grabois, su contrincante en la interna.
A tono con lo que acordó con sus asesores, Massa no confronta con Milei en un tono personal, sino con las ideas que el libertario propone. “Venimos a decirles que no se puede mandar a una familia a mendigar un voucher, que la Argentina es sinónimo de Educación pública, gratuita y seguridad”, dijo.
Y aprovechó la ocasión para recordad que nadie podrá cambiar lo que se logró con la eliminación del Impuestos a las Ganancias por ley. “No podrá dar marcha atrás con eso”, dijo refiriéndose a Patricia Bullrich.
Podría decirse que estuvieron todos los integrantes de Unión por la Patria, menos Cristina y Alberto. Tal vez a pedido del propio Massa quien no para de subrayar que este no es “su” gobierno, y que el suyo propio comenzará el 10 de diciembre si es electo presidente. Un día de la Lealtad en el que la unidad y la totalidad quedaron bastante en duda. Y faltan apenas 96 horas para el día de la elección.
comentar