Frente a la avanzada del gobierno para establecer suspensiones y congelar los aumentos salariales de este año, gremios estatales salieron, tibiamente, a rechazar cualquier tipo de rebaja en los ingresos aunque aceptaron sentarse a mesas de discusión que comenzarán mañana.
En el caso de UPCN, el gremio con mayor cantidad de afiliados en el estado, ayer emitió un comunicado intitulado "Los trabajadores no somos la variable de ajuste" y cuestionó el cuarto intermedio pedido por el Ejecutivo para debatir el aumento paritario actual: argumentó, además, que no se cumplieron las cláusulas de revisión firmadas con el macrismo previstas para noviembre 2019 y marzo pasado. Por ello reclamó una "urgente recomposición salarial" partiendo de lo perdido el año pasado que incluya además una actualización por 2020.
El titular del gremio, Andrés Rodríguez, de perfil dialoguista, había participado de la reunión del último jueves de mesa chica de CGT, en la sede de Sanidad, de la que también participaron funcionarios como Claudio Moroni (Trabajo) y la vicejefa de gabinete, Cecilia Todesca. La paritaria no sólo se discute ahora con el titular de la cartera laboral sino también con la secretaria de Empleo, Ana Castellani, que actúa bajo el paraguas de Jefatura de Gabinete.
"Nos dijeron de postergar el tema salarial y concentrarnos en aspectos no salariales. Hoy hay reuniones para firmar un acta para establecer temas como licencias y esperamos la respuesta del Ejecutivo por el pase a planta permanente de contratados", explicó ayer Rodríguez a este diario.
Con todo, el gremio salió a "presionar" para que el tema salarial no quede postergado. Hasta ahora gremios como cárnicos o aceiteros cerraron sus aumentos para el corriente período.
Empero, UPCN no reclamó aún ningún porcentaje de aumento salarial al gobierno sino que esperara una propuesta oficial. Hasta ahora, entre las partes sólo hubo conversaciones informales. Con todo, la emergencia por la pandemia aleja por ahora la posibilidad de conflictos.
También el gremio rechazó que se haya deslizado la posibilidad de implementar suspensiones a los trabajadores del Ejecutivo bajo el paraguas del acuerdo de UIA-CGT, que autoriza reducciones salariales del 25% a los trabajadores afectados. Es que afirman que los empleados están trabajando, muchos siendo convocados en las últimas semanas como esenciales a sus reparticiones y otros, por teletrabajo.
Donde sí habrá miles de suspensiones es en la empresa estatal Aerolíneas Argentinas que, en las últimas horas, informó que "ante el cese prácticamente total de las actividades desde hace más de dos meses, hemos tomado la decisión de entablar las negociaciones en el marco del artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo, a fin de proceder a la suspensión temporal de parte de los trabajadores del grupo empresario".
En este sentido, la aerolínea de bandera convocará a una mesa de trabajo para este miércoles al mediodía a los representantes de los seis sindicatos que nuclean al personal de la compañía con el objetivo de alcanzar un acuerdo que "preserve, en la medida de las posibilidades, los intereses de los trabajadores y trabajadoras de la compañía". Es que hay temor que a consecuencia de esta disposición, haya descuentos en los sueldos. Pero tanto fuentes gremiales como oficiales afirman que el citado artículo garantiza el pago del ingreso sin las cargas sociales "lo que posibilita a la empresa a ahorrarse una parte importante del sueldo".
En este marco, la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), que conduce el moyanista Juan Pablo Brey, adelantó la postura de no aceptar reducciones salariales. De hecho, fue el único gremio que salió a comunicar tal determinación. "Evaluaremos el planteo de la Aerolínea de bandera y su potencial impacto en nuestro colectivo en particular. Aeronavegantes es ampliamente consciente de la grave situación que atraviesa tanto el país, como la aerolínea", dijo Brey.
Más allá de la postura de este gremio, hay una actitud amigable de los aeronáuticos hacia la nueva conducción de la firma, en manos de Pablo Ceriani, designado a su vez por influencia del senador kirchnerista Mariano Recalde. En el sector aeronáutico no desconocen que, a diferencia de lo ocurrido durante el macrismo, ahora hay una decisión oficial de favorecer la operatoria de AR en detrimento de lo que también puedan hacer otras firmas, como LAN o las low cost. Ya no se escuchan los tambores de guerra, por caso, del piloto Pablo Biró.
En silencio, no obstante, algunos jefes sindicales no ocultan su preocupación por lo que pueda suceder en el escenario post pandemia. Admiten que el postergado Consejo Económico y Social no serviría en esta situación de emergencia. Es que lo que viene es muy duro: "Ahora necesitamos algo transitorio, un diálogo tripartito. Hay preocupación porque habrá más despidos. Va a ser caótica la situación por la reducción del empleo" hacia fin de año, cerró una calificada fuente sindical.
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