El Gobierno nacional mandó un ultimátum a Edenor y Edesur, las empresas distribuidoras de energía de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense, para que resuelvan de manera "inmediata" los problemas en el servicio de electricidad que padece gran parte de la población.
Lo hizo a través de una conferencia de prensa encabezada por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien sentenció: "Si no son capaces de prestar el servicio, entonces el Estado nacional está dispuesto a prestar el servicio en forma directa".
En un duro mensaje, el funcionario, junto a funcionarios del Ministerio de Planificación y del ENRE, sostuvo que "las tarifas no son un obstáculo para brindar un buen servicio".
"Les manifestamos nuestra preocupación y enojo porque no es posible que muchos de los usuarios no tengan respuesta a estos problemas. Hemos fustigado la estrategia de carácter comunicacional que es el de transferir los problemas al Gobierno nacional", subrayó.
En ese sentido, aseguró: "Los responsables son Edenor y Edesur, que tienen un contrato de concesión y deben responder a las falencias". Y anunció que fijarán "multas por incumplimiento a las empresas, que deberá resarcir a cada uno de los usuarios".
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