Los participantes de
Soñando por Bailar 2
contrajeron matrimonio y en Este es el Show se mostró la intimidad del enlace por civil. Esta tarde emitirá la fiesta, que se llevará a cabo en la estancia La Soñada, con 200 invitados.
Arroz con leche, me quiero casar con una señorita... ¡que sepa bailar!”, parece haber dicho Augusto, uno de los participantes de Soñando por Bailar 2, quien contrajo enlace con Yana, compañera suya en el ciclo que produce Ideas del Sur, en una ceremonia civil televisada por las cámaras de Este es el Show. El amor pasó del reality a la realidad. Ayer, los chicos contrajeron matrimonio y el programa que conducen Denise Dumas y José María Listorti por El Trece mostró la intimidad del primer casamiento realizado durante un reality en la televisión argentina. De muy buen humor, Augusto Buccafusco, Yanina Iglesias y sus testigos -Magui Bravi y el fan de Wanda Nara, Mariano de la Canal- se vistieron, maquillaron y peinaron en La Soñada y partieron hacia el Registro Civil de General Rodríguez. Allí los esperaban los padres, Rubén Benito Iglesias y su mujer Mirian Rita Barbetti; y la mamá de Augusto, Stella María Berta, junto a su hermano Octavio Buccafusco. Los novios explicaron la atracción que los unió y llevó a tomar tan trascendente decisión. “Nos pasó algo mágico: conectarte desde un abrazo y saber que era la persona que habías esperado toda la vida”, dijo ella. “Me pasó lo mismo: sentí esa conexión de energía y no dudé un segundo en elegirla para siempre”, completó él. “Se sumó un hijo a la familia”, dijo -aprobando- el papá de Yana. “No lo imaginaba, pero estamos muy felices de verlos felices a ellos”, añadió la mamá de Augusto, acompañada de su hijo. El fan de Wanda, cuyo verdadero nombre es Mariano Ramón Flores -”de profesión actor”, dijo el juez-, generó risas en la sala durante la lectura del acta: “No soy actor”, protestó el histriónico Mariano de la Canal. “No discutamos ahora… que esto es legal”, acotó, divertido, Augusto. Los novios se dieron el “sí” mutuo y el beso emocionado que la ocasión ameritaba, sus testigos firmaron y se hizo la emblemática entrega de la libreta. Ya oficialmente casados, se besaron otra vez de manera apasionada, mientras a la salida los esperaba una lluvia de arroz.