En un año pleno de trabajo, la comediante dice que lo suyo es el crecimiento sin escándalos. Sabe que hay otro modo de llegar, pero que sirve por muy poco tiempo. Igual, dice, no quiere juzgar las decisiones de los demás.
Por Marcela Korzeniewski.- Multifacética. Así se define ella misma porque no le gustan los rótulos. Su versatilidad a la hora de trabajar lo demuestra: fue vedette, escribió un libro de “arrimas”, hizo un CD con canciones para alentar a los jugadores de la Selección argentina de fútbol, bailó y cantó por un sueño y creó un estilo de humor naif que le dio un lugar muy particular en el medio como comediante. Este año la encuentra en uno de sus mejores momentos profesionales. Porque debutó como protagonista de una comedia (Cuatro Colas y un Funeral, en el Teatro Broadway 2, con Marcelo de Bellis, Toti Ciliberto, Virginia Gallardo, Sandra Villarruel, Lola Bezerra y Alberto Martín, con la dirección de Carlos Evaristo), también debutó como co-conductora de Demoliendo Teles -domingos a las 13 por El Trece- junto a Luis Rubio, es panelista de Este es el Show y sigue con su microprograma de humor bizarro, Viva la Noche, en Canal Magazine. “Creo que tengo un gran año y, si Dios quiere, una gran carrera por delante”, dice Belén con esa mezcla tan suya de ingenuidad y orgullo propio. -Es la primera vez que protagonizás una comedia en teatro. ¿Cómo te sienta el rol de comediante? -Me siento sumamente afortunada, angelada, de estar protagonizando un éxito sorpresivamente abrupto. Creo que de algún modo, uno va buscando que se le dé todo, esforzándose y trabajando con perseverancia. -Utilizás mucho el término “angelada” para referirte a vos misma. ¿Hay que trabajar para lograrlo o se nace así? -Es el elogio que más me hacen y de algún modo tomo bandera de eso. Creo que se nace. A pesar de que Marcelo Tinelli me tocó con una varita y le debo muchísimo, creo que uno tiene algo, ángel, carisma, es lo que la gente me dice a mí. Después hay que perfeccionarlo, porque no podés vivir de eso. Yo nunca dejé de perfeccionarme. Si no, hubiese sido un boom y no trabajaría hace siete años. Pero bueno, eso te da un plus. Y “angelada” es la impronta con la que me bautizaron los productores de Ideas del Sur, que Ideas del Sur es mi casa. Yo nací ahí, porque es ahí donde hice el cambio y dejé la vedette. Marcelo me dio el espacio y las armas para trascender lo físico y dedicarme más a la comedia y el humor. Es como que le debo todo. Lo amo. -¿Te sentís como una “niña mimada” de Tinelli, como que te tiene un cariño muy especial? -No me considero una “niña mimada”, pero sí creo que me tiene un cariño especial. Pero siento que me lo gané trabajando, aportando ideas. Cada uno tiene lo que se merece. Gracias a que Marcelo un día se tiró al piso y no sé qué, al otro día yo fui tapa de revistas y fue una cadena de cosas. Ese fue el lugar que me dio la popularidad. Y yo creo que la popularidad te puede durar una temporada, seis meses, y creo que después con trabajo traté de mantenerla. El otro día, Alberto Martín me decía algo muy sabio: “¿Vos sos consciente de que la gente te ama?”. -¿Y qué le respondiste? -Que sí, creo que yo entré en la familia y que tengo un vínculo con la gente muy especial. Tan especial que siento que la gente crece conmigo. Yo entré a sus familias y ellos entraron a ver a una chica que va evolucionando con esfuerzo y siendo fiel a sí misma. Yo siempre aposté más allá del qué dirán, haciendo un programa de dos minutos, una idea propia, o haciendo un disco para el Mundial. Ahí no tenía trabajo y yo no me voy a quedar de brazos cruzados jamás. Porque pase lo que pase, yo apuesto a mis ideas. -¿Cuándo creés que nace ese vínculo tan especial con la gente? -Yo siento que el vínculo de amor con la gente se me dio recién a partir de 2010, gracias a Tinelli que me dio el espacio en mi participación en ShowMatch. Ahí hubo un antes y un después en mi evolución. Antes había participado en Bailando, y también fue productivo, pero antes era la chica sexy, la vedette. Y yo siempre quise mostrar que uno es más que un lindo cuerpo o que una cara bonita. Uno es más si se propone ser más que eso. Porque yo veo muchas chicas que empezaron conmigo que siguen en eso. Y está bien, las respeto, es su elección, pero mi elección era ser más que eso y tener un sello propio. -Y lo lograste... -Lo logré, pero creo que hay que seguir lográndolo, seguir creciendo y mantenerlo. Creo que es un trabajo del día a día, no es que digo: “Uy, ya lo logré”. No, lo logré pero necesito lograr muchísimo más. Soy cero conformista. -¿Te costó llegar al lugar adonde estás? -Hay piedras, hay envidia, gente que te ningunea. Hubo momentos en que era muy criticada porque algunos no entendían mi tipo de humor, me cargaban, pero después los terminé convenciendo de que uno puede hacer un humor naif, sin escándalos y con un perfil bajo. Pero todo esto no lo hubiese logrado sin la contención que tuve de mi familia y de mi novio. -¿Se paga un precio? -Es el precio que te acabo de decir, de ir a castings, lo mismo que vive cualquier otra colega. Porque hay dos caminos. En este medio hay un camino más corto. -¿El del casting sábana? -Y sí, ¿pero hasta cuándo vas a tener la cola parada para que te deseen sexualmente? Después viene otra mejor y otra mejor y otra mejor. Creo que eso es fiambre para mañana y que te debe hacer un daño espiritual muy grande. Igual, no me quiero poner en moralista. No juzgo tampoco, cada uno hace lo que quiere y como puede. Que yo no lo comparta no quiere decir que esté mal o bien. No quiero tomar bandera. -¿Te separaste después de siete años de noviazgo? -Yo nunca dije que no estaba de novia, dije que estaba en una crisis de pareja como hay millones de crisis de pareja, pero tampoco me gusta dar detalles de mi intimidad. -¿Cómo estás anímicamente? -Estoy bien. Plena laboralmente, obviamente tengo vacíos como cualquier persona, pero espero que pronto se llenen, y si no, seguiré en la búsqueda de llenarlos.