Un estudio reveló que podría revertir los efectos negativos de comer tarde por la noche, entre los que están un mayor riesgo de obesidad y enfermedades cardíacas.
Un reciente estudio determinó que el consumo de palta previo a dormir podría beneficiar el proceso de asimilación de alimentos en las personas adultas con prediabetes, al ofrecerles una opción saludable para sus hábitos alimenticios nocturnos y mejorar su calidad de vida.
El estudio aleatorio controlado fue publicado en Science Direct, y se realizó en 27 adultos con prediabetes que fueron separados en tres grupos: uno que consumió una palta entera, otro que comió un refrigerio bajo en grasa y fibra y un tercero que se alimentó con un plato procesado con un perfil similar de grasa y fibra a la palta, para conocer las reacciones de su cuerpo ante el llamado "efecto de la segunda comida".
"Nuestros hallazgos sugieren que el singular conjunto de nutrientes de la palta -su matriz de alimentos integrales- podría contribuir a la salud cardíaca al promover un metabolismo más saludable de los triglicéridos", afirmó Britt Burton-Freeman, autora principal del estudio y directora del Departamento de Ciencia de los Alimentos y Nutrición del Instituto Tecnológico de Illinois, citada por Eurekalert.
El efecto de la segunda comida se fundamenta en cómo un alimento anterior puede influir en cómo el cuerpo procesa el siguiente, que en este caso es cómo la palta impacta en los marcadores de salud tras el consumo del desayuno en las personas prediabéticas.
Al realizar el experimento, los expertos determinaron que las personas que consumieron la palta entera la noche previa presentaron niveles de triglicéridos ligeramente menores antes del desayuno y significativamente más bajos tres horas después de la comida en comparación con los otros refrigerios.
Este descubrimiento es particularmente relevante debido a que las grasas saludables y la fibra presentes en la palta ya se reconocen por su capacidad saciante. Ahora, se suma este potencial beneficio que podría ayudar a contrarrestar la preocupación de que comer tarde por la noche contribuya a un mayor riesgo de obesidad y enfermedades cardíacas.
Los participantes del estudio consumieron sus refrigerios entre las 8 y las 9 de la noche, seguidos de un ayuno de doce horas, incluyendo el sueño. A la mañana siguiente, consumieron un desayuno estándar y se les tomaron muestras de sangre antes y después del desayuno para medir los triglicéridos, la glucosa, la insulina y los marcadores inflamatorios.
Aunque el estudio no encontró diferencias significativas en la glucosa, la insulina o los marcadores inflamatorios a la mañana siguiente —lo que sugiere que se necesitarían estudios más prolongados para observar esos efectos—, la mejora en el metabolismo de los triglicéridos es un paso prometedor.
Los triglicéridos son el tipo de grasa más común en el cuerpo. Sus niveles elevados pueden ser un signo de resistencia a la insulina, un sello distintivo de la diabetes tipo 2, que se caracteriza por la incapacidad del cuerpo para procesar y convertir los alimentos en energía como debería. Las personas con prediabetes a menudo tienen triglicéridos altos, lo que incrementa su riesgo de enfermedad cardíaca y a sufrir accidentes cerebrovasculares.
Los hallazgos de este estudio, financiado por el Centro de Nutrición del Aguacate (palta), podrían no ser aplicables a todos, pero ofrecen una perspectiva interesante sobre los posibles beneficios de la palta como refrigerio nocturno.
El aporte es especialmente importante para el consumo de frutas y verduras con respecto a la calidad del sueño y la conexión entre el consumo de palta, la calidad de la dieta, el sueño y los lípidos en sangre, factores que son reconocidos por la Asociación Estadounidense del Corazón como componentes esenciales del bienestar cardiovascular.
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