Lejos de las peleas del verano
y enfocada en su nueva
aventura televisiva, dice que
disfruta trabajar con De la V
“porque hasta las equivocaciones en vivo las podemos capitalizar a
favor”. Una “mala” divertida.
Decidida a cambiar notablemente su imagen e instalarse netamente en la actuación, Silvina Luna comenzó con buen tino su participación en La Pelu. En el magazine ficcionado que encabeza Florencia de la V, de lunes a viernes, a las 12, por la pantalla de Telefé, dispuesta a exhibir nueva faceta, da rienda suelta a los pasos de comedia. A un costado parece haber quedado su rol de conductora-presentadora en los segmentos del reality que la arribó a la fama, Gran Hermano, del que hoy pretende desprenderse, y mucho más lejos quedaron las propuestas que como vedette la llevaron a ponerse las plumas en distintas temporadas. Silvina intenta poner el acento sólo en la actualidad del piso de la peluquería que comparte junto al Turco Naim y Gladys Florimonte, y hasta pretende olvidarse del tormentoso verano vivido con la obra Delicadamente Inmoral, levantada 15 días después de su estreno por falta de público, su distanciamiento de Gerardo Sofovich y la acalorada pelea con Ana Acosta, quien fuera su compañera en la pieza marplatense. “Lo que pasó, pasó. Ahora estoy enfocada en este presente, disfrutando con este programa de tevé”, deja en claro la chica de ojazos azules y destacada figura. “Hacer comedia es lo que más me gusta y hacerlo ahora en vivo para La Pelu me da una adrenalina extra. Me encanta el trabajo de Flor, su impronta, su humor. Es lindo trabajar en vivo porque si te equivocás lo podés aprovechar y capitalizar a tu favor. Capitalizamos un público bueno, familiar. Nos llevamos bien, nos divertimos y eso hace que se refleje en el vivo”, sostiene la ex modelo que no descarta la posibilidad de encarar la próxima temporada de verano junto a Florencia. “Aquí en La Pelu hago de mala y me encanta. Yo vengo a pelear a Flor por el amor de El Turco. Ser mala me permite jugar con el lado creativo, y me divierte mucho más hacer de mala que de buena. Si soy mala y me gritan cosas en la calle quiere decir que lo estoy haciendo bien”, se ríe con ganas. “Cuando actué en el ciclo Maltratadas también hice de mala y allí descubrí lo creativo que era”, define.
Partícipe de ambas “pelus”; la que pergeñó Gerardo Sofovich en La Peluquería de Don Mateo, y la actual en manos de Jorge Maestro, Belén Wedeltoft y Esther Feldman, ella ignora las similitudes. “Es un formato que no se ha visto mucho, tiene muchas historias y se mezcla la actualidad, es un conjunto de cosas. Para mí, no tiene nada que ver con la otra peluquería. Es un proyecto nuevo”, garantiza.
“No soy la misma de antes” “Silvina Luna sonríe con dulzura, se conecta con su propio sentir y enseguida describe un profundo periplo de transformación, al punto de elegir colgar las plumas para siempre, exponer menos su cuerpo y perfilar su carrera hacia el plano actoral. “Es un proceso interno. Yo fui plantando semillitas y ahora las estoy cosechando, pero para mí hace mucho que quedó atrás el tema de la vedette. De afuera se ve que me despido de la vedette ahora, pero en realidad lo hice hace mucho. Empecé un proceso interno de cambio y me llevó a lo que hoy hago”, expresa esta intérprete. “Hace mucho tiempo que quería hacer cine y estrené ahora la película El Vagoneta, hice un capítulo de Maltratadas, la actuación siempre estuvo en mí”, sostiene dispuesta a demostrar otras cosas. “No soy la misma de cuando empecé”, confiesa Luna de inmediato. “Estoy cambiando todo el tiempo. Me veo diferente desde como actuaba y las cosas que hacía, hasta las fotos, uno está cambiando todo el tiempo. Me veo muy diferente de cuando empecé”, asegura mientras aclara que “le escapo siempre a la rutina y me la paso buscando cosas nuevas para hacer. Cambiar es crecer, y siempre hace bien”, desliza mientras reafirma: “Me encanta hacer comedia y estoy feliz que me hayan convocado y volver a Telefé, donde tengo mis raíces. Hice la conducción de Gran Hermano, pero me gusta mucho más la ficción y todo lo que tiene que ver con el humor”.