Alimentos no perecederos, ropa, colchas, y otros recursos de primera necesidad reunidos por el Club Defensores de Villa Podestá llegaron a destino tras un largo viaje.
La semana pasada, el Club Defensores de Villa Podestá, en Lanús, llevó adelante una campaña solidaria para asistir a las víctimas del devastador temporal que azotó Bahía Blanca. Hasta el jueves, se juntaron alimentos no perecederos, ropa, colchas, y otros recursos de primera necesidad, gracias al esfuerzo de socios y vecinos.
Después de un largo viaje, las donaciones finalmente llegaron a la gente de Bahía Blanca, lo que ha sido una gran satisfacción para todos aquellos que se sumaron a la causa. A pesar de la magnitud de la tragedia que dejó más de una decena de víctimas fatales y una destrucción incalculable en la ciudad, el apoyo de los clubes de barrio como el Podestá se ha convertido en una muestra palpable de la solidaridad que une a los argentinos en los momentos más difíciles.
Puertas adentro, el profesor de kickboxing y referente de la campaña, Diego Freire, compartió su alegría por otra causa que unió a la gente del club. Con la satisfacción de saber que, a pesar de las adversidades, la ayuda llegó a quienes más lo necesitan y es otro hecho que marcó la vida social de la institución, como el recambio de luces, agua caliente para los vestuarios, la emotiva caravana para el día del niño y la increíble reparación del techo, para que los pibes encuentren en el club un espacio de contención y se alejen de la calle.
En tiempos de crisis, la unión de los clubes de barrio sigue siendo un pilar fundamental para reconstruir la esperanza y la solidaridad. Bahía Blanca, al igual que muchos otros puntos del país, sigue necesitando del apoyo de todos, porque reparar la ciudad no será tarea sencilla. Y en el mientras tanto, mucha gente sufre el terror de sus pérdidas y aún ve con miedo cómo el agua no se salió en su totalidad de la ciudad.
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