Reclamaron la aprobación de una ley de financiamiento. Aseguraron que la situación es dramática por falta de recursos y que muchos docentes están renunciando.
Bajo la consigna "Prendete a defender la universidad pública", estudiantes, docentes, trabajadores nodocentes y vecinos de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) llevaron a cabo una masiva marcha de antorchas para exigir –entre otros reclamos- el urgente tratamiento y aprobación de la Ley de Financiamiento Universitario (crucial para asegurar la protección y el sostenimiento económico de todas las universidades públicas de Argentina), en el marco de una jornada que se replicó en distintos puntos del país.
Los manifestantes se convocaron en el acceso de Malabia y Alsina para marchar en dirección a la avenida 29 de Septiembre (sin cortar el tránsito), para luego ingresar al campus académico. Durante toda la manifestación, además, cientos de automovilistas que pasaban por el lugar expresaron su apoyo con bocinazos y gritos de aliento.
Durante la manifestación también se invitó a quienes circulaban por la zona a unirse a la campaña "Un millón de firmas por la universidad pública" y a pedir a los legisladores nacionales que aseguren el quórum en la sesión especial del 2 de julio con el objetivo de que la ley obtenga un dictamen favorable.
Juan Donati, secretario general de la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Lanús (ADUNLa), fue uno de los principales oradores durante la jornada. Tras la marcha, destacó la unidad de todos los sectores en defensa del sistema universitario argentino: "Tuvimos una gran marcha de antorchas con docentes, nodocentes y estudiantes que abrazaron simbólicamente la universidad. El barrio siempre nos acompaña, el pueblo ya lo demostró el año pasado y lo sigue haciendo. No quiere que se siga desfinanciando la educación pública", expresó.
Donati remarcó que la situación es crítica, con docentes que mes a mes abandonan las aulas por los bajos salarios: "Muchos están renunciando porque la docencia universitaria dejó de ser un trabajo rentable. Esto deteriora la calidad académica y atenta contra el prestigio de nuestro sistema universitario". En ese sentido, explicó que la ley que se reclama busca indexar el financiamiento universitario a la inflación: "Es una medida sencilla y justa que garantizaría el funcionamiento de nuestras instituciones".
Dulcinea Rosetto, presidenta de la Federación Universitaria de Lanús (FUNLa), resaltó la importancia de la participación estudiantil: "Estas instancias son claves para demostrar que la comunidad educativa sigue organizada y movilizada. Venimos de dos marchas federales masivas y hoy volvemos a exigir que se trate y se apruebe la Ley de Financiamiento. No sólo hablamos de presupuesto para las universidades, también pedimos que se actualicen las becas como el Progresar, que están congeladas y no alcanzan para cubrir ni una parte mínima de los estudios".
Rosetto señaló además que la movilización no es solo en defensa del presente, sino también del futuro de miles de jóvenes que encuentran en la universidad pública una oportunidad de vida digna: "La universidad gratuita y de calidad ha sido siempre un orgullo nacional. Es momento de organizarse, de empatizar y de participar. No hay otra forma de defenderla que no sea en la calle".
Por su parte, Julián Di Silvestro, titular de la Asociación de Trabajadores y Trabajadoras de la UNLa (ATUNLa), fue contundente al describir el escenario actual: "La situación financiera de las universidades es dramática. Hay una pérdida salarial muy grave entre docentes y nodocentes, que afecta a más de 1200 familias sólo en nuestra universidad. Además, los gastos de funcionamiento no se actualizan y eso pone en riesgo desde el pago de servicios hasta el mantenimiento de edificios e insumos básicos".
Di Silvestro vinculó el ajuste presupuestario con un modelo de país que excluye a las mayorías: "Este gobierno no solo asfixia financieramente a las universidades, sino que lo hace con una lógica de castigo. Mientras ajusta en salud y educación, libera impuestos a los grupos concentrados. Las universidades no son un gasto, son una inversión en el desarrollo del país, en la ciencia, la industria y la movilidad social".
Finalmente, el dirigente nodocente subrayó la importancia de seguir movilizados y llamó a redoblar los esfuerzos: "Estamos impulsando una campaña para juntar más de un millón y medio de firmas. Queremos que el Congreso apruebe esta ley y, si el presidente vuelve a vetarla como el año pasado, que el pueblo y sus representantes estén listos para revertir ese veto. Esta no es solo una pelea presupuestaria, es la defensa de un proyecto de país con futuro".
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