El entrenador de Temperley hizo un balance de lo que dejó la victoria sobre Quilmes y abordó algunos temas que son clave para el futuro del Celeste.
Pasó el duelo ante Quilmes y Temperley dio un paso muy importante, volviendo a sumar de a tres en su estadio, contra un rival duro y con mucha historia. En el aire quedó la sensación de que este equipo, con los refuerzos adecuados, puede regresar al reducido si continúa esta senda. El entrenador del Gasolero, Walter Perazzo, es un fiel cultor del "paso a paso" y sobre su más reciente victoria, afirmó: "Fue un gran rendimiento individual y colectivo. Sabíamos que se trataba de un clásico, de un rival de jerarquía y teníamos que tener una gran producción deportiva, tanto desde lo táctico como desde lo físico".
Pese a que se mostró conforme con lo que dejó su equipo en el verde césped del Alfredo Beranger, el DT no ocultó algo de lo que todos aún hablan: el arbitraje. Ante Quilmes, en el inicio de la temporada, al Celeste le cobraron un penal un metro afuera. Ahora, de local, le anularon un gol en el que Luis López partió un metro atrás de la última línea. Al respecto, el técnico afirmó: "Hubo ciertas jugadas finitas en las que no quedó claro si lo que cobró fue lo que realmente correspondía. Hubo varias de esas y creo que de a poco fue entrando en una polémica que fue contagiando al clima del partidos, y también a la gente. Por suerte, no fue un factor influyente en el resultado".
Además, el ex delantero de Boca y San Lorenzo también se refirió al debut de Augusto Aguirre, marcador central que con solo tres prácticas con el plantel realizó su estreno ante Quilmes. Al respecto, consideró: "Fue una apuesta nuestra. Llegó el miércoles, venía de una semana de tener licencia en Tigre y, ante la necesidad que tenemos por las bajas y las pocas variantes con las que contamos en el puesto, confiamos en él. Hizo un gran partido, nos dio mucha seguridad y me dejó muy conforme".
Y pese a que no fue su mejor encuentro, el DT mencionó el caso de Julián Mavilla, la joya del Gasolero que está en boca de todos y que, lejos de sus gambetas, ante el Cervecero le tocó sacrificarse: "Sabemos que es un nombre frecuente en otros clubes y que el ojo está puesto en él. Pero la verdad es que él está centrado en Temperley, que su mentalidad está puesta en seguir creciendo en el club y eso demuestra que es un chico inteligente. Este partido tal vez no lució tanto para la belleza del fútbol, pero hizo un gran trabajo táctico, tuvo que sacrificarse mucho y lo hizo muy bien".
Quedan apenas 72 horas para la finalización de mercado de pases y el Celeste busca jugadores para engrosar el plantel. A la salida de Lucas Angelini a Estudiantes de Río Cuarto, Brian Sánchez a Riestra y Fernando Martínez a Central Córdoba de Santiago del Estero, podría sumarse la de Facundo Krüger a Barracas Central, donde lo espera Alejandro Orfila. Respecto del mercado de pases, Perazzo amplió: "La idea es reemplazar a los que se van. Se fueron tres, hay en carrera uno más que se puede ir, y hay negociaciones abiertas de parte de los dirigentes para traer a los tres que nos quedan. Dos para reemplazar a los que se fueron, y el otro para cubrir donde no tenemos características naturales".
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