El entrenador de Brown de Adrogué destacó la entrega de sus jugadores en un momento clave del campeonato, donde luchan por mantener la categoría en la Primera Nacional.
El empate en la última jugada del partido frente a Nueva Chicago dejó a Brown de Adrogué con una oportunidad concreta para conservar su lugar en la Primera Nacional. Jorge Vivaldo, entrenador del Tricolor, expresó el orgullo que siente por sus jugadores y el arduo camino que recorrieron desde que él asumió, cuando el equipo estaba en zona de descenso directo. "Estoy orgulloso de estos jugadores porque ya es el tercer partido que en la última lo vamos a buscar. Vamos convencidos, nunca nos entregamos; si hay una identidad que tiene este equipo es eso, nunca entregarse, ir a buscarlo siempre", remarcó el técnico.
Con un enfoque en la humildad y el trabajo constante, Vivaldo aseguró que el equipo tiene una última chance que depende de su propio esfuerzo. "Con mucha humildad, haciendo lo que tenemos que hacer, llegamos a esta final. Tenemos una chance de poder quedarnos, seguimos dependiendo de nosotros, que es lo más lindo que te puede pasar", afirmó el entrenador, consciente de la importancia de haber alcanzado esta instancia con posibilidades de lograr el objetivo.
Vivaldo también recordó cómo fue la llegada al equipo y el desafío que implicó modificar el estado anímico del plantel. "Había que cambiarle el espíritu a los jugadores y únicamente se lograba con una victoria. Los chicos estaban mal cuando llegamos, porque habían jugado bien en muchos partidos sin poder ganar. Lo primero que nos propusimos fue hacer una fortaleza de casa, terminamos invictos de local y consiguiendo triunfos importantes de visitante en canchas difíciles. Es raro, pero este equipo juega mucho mejor en las canchas grandes que en la nuestra", reflexionó.
Para el técnico, el vínculo que ha construido con los jugadores es único y significativo en este proceso de lucha por la permanencia. "El vínculo que yo tengo con estos jugadores, mirá que he tenido planteles, tengo jugadores de los que soy amigo, bueno, no lo tuve con nadie. Estos pibes maravillosos, el que juega, el que no juega, cómo se esfuerzan, cómo están ahí, se hermanan. Esto es un premio por todo, mérito absoluto y único de los jugadores", afirmó con emoción.
Finalmente, Vivaldo resumió el sentimiento del equipo con una frase que marca la perspectiva con la que enfrentan los próximos desafíos. "No importa lo que venga, estamos vivos. Cuando llegamos, yo le decía a los chicos 'si en algún papel podemos firmar para llegar con vida al último partido, lo hacemos', y ahora estamos con vida y dependemos de nosotros", concluyó el técnico, confiado en que el esfuerzo del plantel y la identidad que construyeron los llevará a la ansiada permanencia.
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