El arquero, apodado "el Talismán", confirmó su alejamiento del Cervecero en una entrevista radial. Reveló detalles del conflicto interno y pidió disculpas a hinchas y compañeros por su decisión.
La tormenta interna que sacudió al plantel de Quilmes en los últimos días encontró su desenlace con la partida de Maximiliano Gagliardo, el experimentado arquero que llegó a principios de 2024 como una pieza clave para el proyecto deportivo. Tras un fuerte cruce con un integrante del cuerpo técnico encabezado por Sergio Rondina, el jugador decidió poner fin a su paso por el club.
En una entrevista concedida al programa radial El Sabor del Deporte de Radio FMQ , Gagliardo rompió el silencio y brindó detalles de su salida, dejando entrever tensiones internas que superaron su capacidad emocional. Con la voz cargada de tristeza, el guardameta reconoció que ya no tiene fuerzas para seguir adelante en el equipo.
"Fue un día muy triste para mí", comenzó Gagliardo, quien aseguró que la decisión fue consensuada verbalmente: "De palabra hemos cerrado la no continuidad". Aunque su vínculo oficial aún no está disuelto, el arquero dejó claro que su ciclo en el Cervecero llegó a su fin.
Con respecto a la relación con el entrenador, Gagliardo reveló que no pudo establecer contacto directo: "No pude hablar con Rondina, él sabrá por qué no le contesté el teléfono". Sin embargo, recordó las palabras que recibió del DT antes de la ruptura definitiva: "El técnico me dijo que 'estaba para jugar', pero cuando sabés que no tenés más chances, no podés más y exploté".
Profundamente afectado por su partida, Gagliardo dedicó emotivas palabras a quienes considera lo más valioso del club: sus compañeros y los hinchas. "La gente y mis compañeros es lo que más me duele. No es la semana para generar esto y les pido disculpas, pero es algo con lo que no podía más", expresó.
A pesar de su alejamiento, el golero dejó en claro su deseo de que Quilmes tenga éxito: "Yo quiero que a Quilmes le vaya bien, porque hay gente maravillosa. Pero siento que no tengo más fuerzas para ayudarlos".
Uno de los puntos más polémicos de su testimonio fue la referencia a intereses externos que, según su visión, complican el funcionamiento del equipo. "Hay que alinear todas las patas, correr los intereses personales para que Quilmes esté en Primera", afirmó.
Además, criticó la falta de objetivos claros en la conducción del plantel: "Si necesitás salir campeón, tenés que ir por lo que te da eso… sea Esteban (Glellel), sea Gagliardo, sea Magadán". Y agregó: "Si hay algo que no cambio es que nada lo hago por interés".
Otro aspecto destacado por el arquero fue la injerencia del presidente del club en decisiones técnicas. Según Gagliardo, todo cambió cuando se involucró en el proceso: "Cuando Rondina me dijo que estaba para atajar, se metió el presidente y cambió todo". Esta situación parece haber sido el detonante final que llevó al jugador a tomar la drástica decisión de retirarse.
Finalmente, Gagliardo reconoció que su reacción pudo no ser la más adecuada, aunque justificó su actuar desde lo emocional: "No reaccionaría igual, me equivoqué, no era el momento pero es lo que siento".
Con lágrimas implícitas en sus palabras, cerró pidiendo perdón a quienes se sintieron afectados por su salida: "Pido disculpas al hincha y a mis compañeros, pero me sobrepasó".
La partida de Gagliardo deja un hueco importante tanto en lo deportivo como en lo anímico dentro del vestuario. Su experiencia y liderazgo eran pilares fundamentales para un equipo que busca consolidarse en la lucha por el ascenso. Ahora, será tarea del cuerpo técnico encontrar rápidamente una alternativa para recomponer la estructura defensiva y mantener el equilibrio grupal.
Mientras tanto, las declaraciones de Gagliardo abren nuevas interrogantes sobre la dinámica interna del equipo y plantean un escenario complejo para la dirigencia y el cuerpo técnico. En un contexto donde la unidad es clave, este episodio obliga a reflexionar sobre la importancia de priorizar los intereses colectivos por encima de cualquier otro factor.
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