En el ingreso al predio, el mandatario comunal fue recibido por Noriteru Fukushima, embajador de Japón en la República Argentina, y Fernando Uehara, presidente de la institución organizadora, quien escoltó al intendente durante la visita.
Uehara destacó la presencia de las autoridades y la participación del embajador que "hoy se sorprendió con la cantidad de gente que recibimos. Se fue muy contento luego de ver las muestras de danza, la producción de comidas típicas y la participación de las escuelas de idioma japonés".
Carácter solidario
A su vez, agregó que en esta ocasión, el Matsuri adquirió un matiz solidario ya que "una parte de la recaudación de la entrada será destinada para el centro geriátrico Salvador Sallarés, ubicado en la avenida Cariboni"; y otra parte a una escuela de San Antonio de los Cobres, en la provincia de Salta (desde donde esta temporada sale el turístico Tren de las Nubes hasta el cercano viaducto La Polvorilla).
En su recorrido, el jefe comunal se dirigió a la cocina de las instalaciones donde fue recibido por un grupo de mujeres que preparaban sopas típicas.
A cielo abierto, la oferta varió entre comidas típicas, artesanías, jardinería y la ubicación de un escenario central para la puesta en escena de artistas, bailarines, cantantes y distintas destrezas.
Alejandro Seseko, representante de uno de los cuerpos de baile, explicó que su exhibición consiste "en una danza tradicional que se realiza a mitad de año en Okinawa -al sur de Japón- para recibir el espíritu de nuestros ancestros".
Durante tres días, los jóvenes salían a la calle a bailar para después despedir a dichas ánimas. En este marcó, indicó que "no es un día triste, sino todo lo contrario, es muy festivo".
La cultura japonesa es una fuerte productora de cómics, mangas, series de televisión y dibujos animados, que ofrecen un distintivo merchandising muy popular entre los más jóvenes. Los disfraces, las pelucas coloridas y los accesorios forman parte de este festival, tanto como la música, la comida y el entretenimiento.
Lo distintivo del se expande a otras zonas de la región, para atraer a gente de otras localidades a esta nación japonesa en suelo varelense. "Venimos porque nos encantan los bailes que hacen, son muy relajantes y muy bonitos", explicó una vecina del barrio Juan María Gutiérrez del partido de Berazategui, que arribó con una amiga.
Otras tres amigas llegaron de Quilmes para vivir por primera vez la experiencia del festival. "Me llama la atención la cultura, quería empezar a conocerla de a poco", sostuvo una vecina del distrito limítrofe.
Sobre el cierre del festival, el Matsuri contó con la presencia de Bruno Arias.