La limpieza en la Comisaría 3ª de Quilmes Oeste, tras la detención de un suboficial que formaba parte de una banda que realizaba entraderas, continuó en el día de ayer con el relevamiento del jefe de la seccional, el comisario Carlos Carabajal.
El protagonista de un nuevo escándalo de corrupción policial fue Diego Duarte, un efectivo que desempeñaba tareas en el servicio de calle de la dependencia ubicada en Avenida 12 de Octubre y Gran Canaria, en el barrio La Colonia.
Tal como publicara El Quilmeño en su edición de ayer, tras la captura del acusado, fue desplazado todo el personal "de calle".
Sin embargo, la onda expansiva de la bomba que detonó con la captura de Duarte, también le costó el puesto al titular de la comisaría.
Al cierre de esta edición, aún se desconocía el nombre del remplazante de Carabajal. Los rumores señalaban que un jefe policial de Lomas de Zamora desembarcaría en las próximas horas en la seccional quilmeña, aunque también trascendió la posibilidad de la llegada de un comisario proveniente de la localidad de San Martín.
Fue la subsecretaria de Seguridad de Quilmes, Analía Pauluzzi, quien salió a hablar del tema en representación del Municipio. Al respecto, la funcionaria confirmó el relevamiento de Carabajal y, además, señaló que habrá tolerancia cero para los policías que se aparten de la ley. "Quien manche el uniforme, se va de la fuerza", fue el mensaje de advertencia de Pauluzzi para todos los efectivos, tanto de la Bonaerense como de la Policía Local de Quilmes.
Cabe recordar que el suboficial Diego Duarte fue reconocido en varias filmaciones, como el miembro de una banda dedicada al robo de viviendas.
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