Mirada al cielo, la foto que inmortalizó el cierre del partido ante Rosario Central tiene, otra vez, a Horacio Milozzi, capitán y emblema del Quilmes campeón de 1978, como figura ineludible. Todos tienen una forma de recordar aquella gesta, pero el ídolo del Decano guardó una foto en su mente para que lo acompañe para la eternidad: “Hubo 30 mil cerveceros que estaban en la tribuna y que festejaron un partido inmortal”.
Por la campaña, el desenlace y el sentido de pertenencia que generó ese equipo, los fanáticos del Decano no olvidaron el acontecimiento, a pesar del paso del tiempo. En dialogo con El Quilmeño, Milozzi aseguró que estaba “convencido de que el equipo podía lograrlo”.
El Cervecero superó en la última cita de un campeonato de 42 fechas a Boca, que en ese momento era comandado por Juan Carlos Lorenzo y que hacía pocos meses había conseguido su primera Copa Intercontinental. “Ese torneo lo arrancamos con dudas, se dio la salida de (Oscar) López y (Oscar) Cavallero, y en la décima fecha llegó (José) Yúdica que fue clave, porque arrancamos 7 puntos abajo de ellos, que eran 3 victorias y un empate, y pudimos festejar en el final”, recordó el dueño de la defensa.
“Grite varios goles míos, eh, pero el 3 a 2 de (Jorge) Gáspari lo festejaron 30 mil hinchas de Quilmes que estaban en la tribuna, fue una locura”, sostuvo el Flaco. Pero a nivel personal, el que no se va a olvidar fue el tanto que sirvió para vencer a Banfield por 1 a 0, de tiro libre una fecha antes. “Era nuestro clásico y nos querían bajar”, recordó.
Milozzi causó festejos en la popular en 56 ocasiones y defendió los colores en 241 partidos, por lo que el cariño con la institución es mutuo. “El club me dio todo, me hizo ser quién soy”, aseguró.
El primer lunes de cada mes, en el quincho que se ubica debajo de la tribuna que lleva su nombre, ex jugadores e hinchas comparten veladas futboleras. Allí, Milozzi pasó de ser capitán a presidente y alma de esos encuentros. “Las anécdotas de esa campaña siempre están”, contó.
Un hombre de aquí y de allá
Hoy, con el predio de Alsina y Lora como escenario principal, se valora y mucho el sentido de pertenencia. Para el Flaco no hay dudas al respecto: “Quilmes es mi segunda casa”.
El actual DT de Deportivo Colon, que milita en la Liga de Chivilcoy, su ciudad natal, cada vez que puede va a ver al Decano. “El partido del martes no me lo pierdo”, remarcó en referencia al choque ante Agropecuario, por la octava fecha de la B Nacional. “Es una lástima este presente”, afirmó
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