La joven nació en la ciudad de Stuttgart, Alemania, el 1ero de agosto de 1910 en el seno de una familia judía. Pero a los 23 años, con la llegada de Hitler al poder, Gerda decidió mudarse a París, donde conoció a Endre Erno Friedmann, que se convirtió en su pareja.
Con la fotografía como pasión en común, estos jóvenes decidieron buscar trabajo y para ello idearon la figura ficticia de Robert Capa, un supuesto fotógrafo estadounidense de gran prestigio de quien oficiaban como “representantes”.
Por supuesto que las fotografías de “Capa” eran de su autoría, y así se ganaron la vida algunos años hasta que decidieron ir a cubrir la Guerra Civil Española que se había desatado en julio de 1936 con la sublevación del general Francisco Franco.
Sin embargo, el conflicto que la valió el título de primera corresponsal de guerra femenina de la historia, también fue su perdición ya que la joven murió al caer de un automóvil en movimiento, con tal mala suerte que un tanque que circulaba cerca la aplastó de manera accidental.