El verano está al caer. Ya se siente. Sin embargo, con los cambios de temperatura, la humedad y la radiación ultravioleta, es probable que la piel comience a dañarse, luzca opaca, sin vida y desprotegida.
"La exposición al sol es muchas veces la responsable de la aparición de manchas en la piel, lunares y en casos más extremos, de melanomas" sostuvo el Dr. Ariel Sehtman, profesor asistente de dermatología de la Facultad de Medicina de Fundación Barceló.
Hidratación: aplicá a diario crema hidratante ya que permite recuperar la humedad perdida. Utilizá humectantes que contengan glicerina y componentes emolientes. Además, no te olvides de consumir dos litros de agua por día, para hidratar la piel desde adentro.
Exposición al sol: los rayos ultravioletas UVB se incrementan entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, horario en el cual se aconseja que la gente no se exponga al sol, ni siquiera con protector.
Cloro: suele dejar la piel del rostro y del cuerpo muy seca. Es importante, luego de un baño tomar una buena ducha y utilizar algún gel hidratante que permita recuperar la elasticidad de la piel. Es recomendable, además, emplear una crema hidratante para el cuerpo y la cara.
Sueño: las células se producen y recuperan su fuerza cuando se duerme, por tanto es importante dormir 8 horas diarias para ayudar a mantener la piel en buen estado.
Vestimenta: evitá usar ropa o zapatos con materiales que favorezcan la aparición de hongos por la creación de un ambiente húmedo; o bien que puedan causar heridas o alergias en la piel.
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