Las proteínas están aseguradas en la dieta, a no ser que un vegetariano
se alimente sólo de frutas que contengan menos del 10 por ciento de
proteína o de dulces, que no disponen de mucho valor nutritivo.
Por otra parte, los aminoácidos, componentes de la proteína, también están presentes en verduras y féculas no refinadas.
Estos alimentos incluyen los ocho aminoácidos esenciales, aunque no está de más seguir los consejos de una dietista para que oriente a la hora de consumir los alimentos más adecuados en cada caso.
Los productos vegetales más ricos en proteínas son las legumbres, los productos de soja y algunos frutos secos.
Los ovo-lácteo-vegetarianos, además, obtienen estos alimentos de la leche y los huevos. Según algunos datos estadísticos, la obsesión por las carencias de proteínas puede ser en ocasiones exagerada, ya que se calcula que en el mundo desarrollado se consume el doble de la proteína necesaria en una dieta equilibrada.
La mayoría de los vegetarianos no tiene problemas de sobrepeso, porque apenas ingiere grasas y colesterol. Sin embargo no hay que olvidar que el exceso de grasas también puede proceder de aceites vegetales, que si bien son sanos deben consumirse de forma moderada.
Adaptarse a una alimentación vegetariana es saludable, sin embargo, se debe vigilar esta dieta para que no falten las proteínas necesarias. La mayoría de las verduras, porotos y brotes de soja proveen entre el 15 y 45 por ciento de proteína.