Paltas y papayas, dos frutas exóticas que desde hace un tiempo pasaron a formar parte de la alimentación habitual. Sabrosas y saludables, aportan numerosos beneficios para una correcta nutrición y forman parte de las recetas de cocina tradicional.
La llegada de frutos exóticos a nuestra mesa viene enriqueciendo nuestra salud y paladar. La papaya es una fruta que ya es habitual encontrarla en las verdulerías. Aunque su consumo no era habitual, poco a poco comenzó a formar parte de nuestra alimentación.
Se trata de una fruta a la que se le adjudican dos orígenes, México y los Andes peruanos, aunque actualmente se cultiva en todos los países tropicales. La papaya es una fruta en forma ovalada, esférica, alargada o en forma de pera, según las diferentes variedades. Su peso varia entre los 400 gramos que son las que se comercializan habitualmente, hasta los 7 kilogramos de algunas especies. Su longitud oscila entre los 7 y los 70 centímetros.
Su piel es de color verde oscuro que se torna amarillenta al madurar. La pulpa es compacta, de textura similar a la del melón y de color amarillo, anaranjado o salmón; jugosa y con gran contenido de agua, que puede llegar hasta el 90 %. Posee un sabor dulce y perfumado que recuerda a una mezcla entre melón y frambuesa. El su interior, la papaya tiene semillas negras brillantes, redondas que asemejan al caviar, y que no son comestibles porque tienen un sabor picante.
A la papaya se la considera un alimento con propiedades digestivas, y esto se debe a que contiene papaína, una enzima proteolítica, es decir, con capacidad para digerir las proteínas de los alimentos.
La papaína es similar a la pepsina, una enzima que está en el jugo gástrico. Entre los beneficios de la papaína, los especialistas destacan que las hojas del árbol de la papaya y la fruta no madura son las partes de la planta que contienen papaína. Resulta eficaz en afecciones digestivas tales como digestiones pesadas, gastritis, hernia de hiato o acidez de estómago, ya que contribuye a neutralizar el exceso de acidez del estómago.
Asimismo, la acción suavizante y antiséptica sobre las mucosas digestivas, la hacen muy útil en caso de gastroenteritis y colitis de cualquier tipo. Se puede consumir la fruta después de una comida rica en proteínas, como estimulante de la digestión. Aunque su efecto no es en ningún caso terapéutico.
Además la papaína tiene una acción vermífuga, que le permite expulsar los parásitos intestinales, y en aplicación tópica es útil en el tratamiento de las picaduras de insectos y medusas.
En cuanto a la palta, que también se conoce como aguacate, era considerada antiguamente una verdura, aunque en realidad es una fruta. Es una planta milenaria originaria de América Central y México. Su nombre proviene de una palabra azteca, ahucatl, que significa "testículo", más adelante los españoles la denominaron "la pera de las Indias".
Por su composición es reconocida como un fruto milagroso, ya que ha demostrado poseer valiosas propiedades alimenticias, destacándose su alta concentración de proteínas, aceites insaturados y la ausencia de colesterol. Su consumo ayuda a incrementar el colesterol bueno (HDL), retarda el envejecimiento celular y hasta podría prevenir el cáncer, también se le adjudican propiedades afrodisíacas. Posee vitaminas B, D y E.
En el caso de los vegetarianos está particularmente recomendada porque posee los aminoácidos esenciales que muchas veces faltan en los alimentos del reino vegetal. Está recomendada especialmente para quienes tienen problemas cardíacos y gota. La única contraindicación es para que aquellas personas que padecen problemas renales, ya que contiene abundante potasio.
Cada 100 gramos de palta contiene unas 160 calorías en total, 16 gramos de grasa, de los cuales 8,6 son monoinsaturados. Algunos la consideran un alimento inadecuado para bajar de peso, sin embargo, si bien, contiene grasas, estas son, en su mayoría, monoinsaturadas, es decir que son grasas buenas para la salud. Las paltas contienen un alto índice de antioxidantes que actúan contra los radicales libres que provocan enfermedades degenerativas, como el cáncer o el Alzheimer .
El primer eslabón de la digestión se realiza gracias a una sustancia que está en la saliva y que descompone el almidón. Al comer pan, hay que masticarlo bien para que esto suceda, si no se infla en el estómago.
La farmacia natural Entre los alimentos que ayudan a combatir la anemia y a aumentar los glóbulos rojos están los vegetales ricos en ácido fólico y hierro como las espinacas, coles, lechuga, brócoli, alcachofa, entre otros.
¿Y eso con qué se come? Los Omega 3 son ácidos grasos que pertenecen al grupo de ácidos denominados "poliinsaturados" y se encuentran sobre todo en el pescado azul y en algunos alimentos enriquecidos.
80 por ciento de agua contienen los higos, y un 12% de azúcar. Una vez secos, estas proporciones varían fuertemente a menos de un 20% y más de un 48%, respectivamente.