Hasta la década de 1950 las camisetas eran consideradas ropa interior. Pero las estrellas de Hollywood de esa época, como John Wayne, James Dean y Marlon Brando comenzaron a usarlas en la pantalla como símbolo de rebeldía. A partir de ese momento la prenda adquirió el uso exterior que se le da actualmente y a pesar de ser un símbolo de frescura y rebeldía, las camisetas, generalmente blancas y de algodón, en sus comienzos formaban parte de las prendas militares. Durante la Primera Guerra Mundial los soldados europeos vestían unas camisetas livianas de algodón, mientras que los soldados estadounidenses tenían que soportar la incomodidad y el calor que les producía su ropa interior de lana. Al regresar a casa exigieron que esta prenda fuese incluida dentro de su dotación y ya para la Segunda Guerra Mundial formaba parte del uniforme.