Originaria de Italia, la escoba de quince es un antiguo juego que se remonta al siglo XVI. En sus comienzos el juego se conocía como “Scopa”, y se cree que se basa en el juego de la escoba de baraja española.
Básicamente, consiste en que los jugadores tratan de “capturar” o “pescar” cartas que hay sobre la mesa utilizando las que tienen en la mano, formando combinaciones especiales, o por la relación de la carta de la mano con las descubiertas sobre la mesa que se recogen. Existen diversas variantes del juego: la escoba; la escoba de quince, la escoba científica. Fuera de Italia, la que más se difundió es la escoba de quince.
Para jugar a la escoba se utiliza la baraja italiana de 40 cartas, que es igual en contenido, aunque con dibujos distintos a la española. También puede utilizarse una baraja inglesa adaptada, es decir, sin los ochos, los nueves ni los diez.
En realidad, dado que el valor de las cartas durante el juego va del uno al diez, es más sencillo utilizar una baraja inglesa sin figuras, lo que permite dar a cada carta el valor de su índice. En caso de utilizar una baraja española, puede tomarse la de 48 cartas y retirar los caballos y los reyes, con lo que quedan cuarenta cartas, cuyos índices van del 1 al 10.
El objetivo inmediato del juego es recoger las cartas descubiertas que se encuentran sobre la mesa utilizando cada jugador las que tiene en su mano.
Si un jugador tiene en su mano una carta que es igual que una de las descubiertas, puede jugar la de su mano sobre la de la mesa y recogerlas ambas, colocándolas en un montón boca abajo frente a él.
También puede recogerse un grupo de dos o más cartas, si la suma de los valores de esas cartas es igual al de la carta de la mano jugada; es como si la carta que se juega de la mano se descompusiera en varias de menor valor.
Si un jugador no puede recoger cartas bien porque no tiene ninguna de igual índice, o las que tiene no puede descomponerlas exactamente en una combinación de las expuestas, o bien no se da cuenta que puede realizar una de estas acciones, deja sobre la mesa descubierta una de sus cartas de la mano y el turno pasa al jugador siguiente. Cuando un jugador se lleva todas las cartas que hay sobre la mesa, se dice que “limpia” o bien que hace una escoba. Esta acción tiene un premio de un punto. Para recordarlo hasta la anotación al final del juego, el jugador coloca una de sus cartas en posición perpendicular al resto de sus cartas.
La escoba de quince no es sólo la variante más conocida de la escoba, sino que es el modo usual de jugar a la escoba en mucho países. Básicamente, para llevarse cartas es necesario que la suma de sus valores sea quince.
La escoba científica se juega entre dos parejas de jugadores que se sientan intercalados. Se reparten las cuarenta cartas entre los cuatro jugadores, de las que cada uno de ellos recibe 10, por lo que no se deja ninguna descubierta sobre la mesa. Por eso el jugador mano tiene la desventaja de sólo poder colocar una carta sobre la mesa y no poder llevarse, facilitando de este modo que el segundo jugador consiga una escoba. Lo mismo puede darse a continuación entre el tercer y cuarto jugador, y nuevamente entre el primero y el segundo. El resto del juego es como la escoba normal.
En los días fríos y lluviosos, cuando no era posible que “los chicos” de la casa estuvieran jugando al aire libre, alguna abuela, con el fin de tranquilizar a los pequeños, les enseñaba el que debe ser el juego de naipes más simple para aprender y que terminaba siendo un entretenimiento de esos que quedan para toda la vida. 

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