La particularidad es que se puede jugar entre dos, tres, cuatro o seis participantes y una partida puede tomar unos 20 minutos. ¿Qué hace falta para jugar? Un tablero especial y 15 fichas de diferente color para cada jugador. Y armar una estrategia territorial y bien práctica.

Se llama Damas Chinas, es verdad, pero no hay sentencia firme acerca de si realmente surgió en China o en Europa. Aquí no hay solamente azar: si bien es un juego bastante sencillo, es territorial y es necesaria la utilización de estrategias.

Las Damas Chinas consisten en una estrella de seis puntas unida a través de una rejilla.

En la misma, las líneas interseccionan, es decir, en los puntos se colocan las fichas. En el fondo, constituye una variante simplificada del juego denominado Halma. En el Halma, las fichas pueden moverse en ocho direcciones; en las damas Chinas, solamente en seis. Ello redunda en una forma de jugar que requiere menos habilidad, pero de diseño más atractivo.

El objetivo es mover las quince fichas hacia la punta de la estrella directamente opuesta.

Los jugadores colocan las fichas en la punta de estrella que les corresponda. Si es un número par de jugadores las emplazarán en las puntas confrontadas de la estrella. Cuando se trata de tres jugadores, se alterna una punta llena y otra vacía, y cada uno juega únicamente con diez fichas. Se decide quién será el primer tirador. Luego, la dinámica se lleva a cabo a través de turnos en el sentido de las agujas del reloj. Cada jugador mueve una sola ficha durante su turno.

Una ficha puede avanzar en cualquier dirección (adelante, atrás, en diagonal) para ir al punto vacío adyacente. Si éste está ocupado (por una pieza propia o del contrario) y vació el punto que hay más allá, la ficha puede saltar sobre la otra como en las lamas (aunque en este juego no se captura). Si las demás fichas están colocadas apropiadamente, una única ficha puede realizar varios saltos en un solo turno. Lo que no puede efectuar es moverse un punto y después saltar.

Una de las mejores estrategias es establecer una especie de “escalera” desde el propio campo del tablero hacia la otra punta, de manera que las fichas puedan recorrer grandes extensiones saltando varias veces y moviéndose lo máximo posible en un único turno. En esta línea es imprescindible estar atento a las escaleras del oponente a intentar bloquearlas.

Además, hay que tener en cuenta un aspecto muy importante: la propia escalera también puede ser utilizada por el adversario para llegar a su objetivo.

¿Quién ganará?

El primer jugador que coloca sus fichas en la punta de la estrella directamente contraria a la suya.

Los otros jugadores pueden seguir jugando hasta que consiguen el objetivo. Suele aplicarse una variante en relación con los saltos: en ella, una pieza puede sobrepasar a otra que no esté en la casilla adyacente. Este paso consiste en saltar hasta una posición simétrica al otro lado de la ficha saltada.

Si hay dos casillas vacías entre la pieza que se mueve y la sobrepasada, la que se mueve acaba en la tercera casilla del otro lado, dejando dos vacías en medio. No pasar sobre dos casillas ocupadas en un mismo salto.

Contacto

Registro ISSN - Propiedad Intelectual: Nº: RL-2025-11499155-APN-DNDA#MJ - Domicilio Legal: Intendente Beguiristain 146 - Sarandí (1872) - Buenos Aires - Argentina Teléfono/Fax: (+5411) 4204-3161/9513 - [email protected]

Edición Nro. 15739

 

Dirección

Propietario: Man Press S.A. - Director: Francisco Nicolás Fascetto © 2017 Copyright Diario Popular - Todos los derechos reservados