Este gnomo era muy conocido en el viejo Egipto y sabía secretos, pócimas y demás conjuros para tener suerte con el dinero. Además se lo asociaba mucho a los reyes, y hoy nos regala una receta que tiene en el baúl de los recuerdos. Este ritual no está dirigido únicamente a las personas que desean obtener la suerte económica, sino también a las que de un modo genérico esperan lograr una mejora en su vida en cualquier sentido. Por eso las aplicaciones del ceremonial de Kihesa son casi infinitas y cada lector debe ajustarlas a sus necesidades particulares. Para ello da una receta especial para la que necesitamos los siguientes ingredientes: un pequeño recipiente, no muy profundo, 4 conos de incienso de pino, sal gruesa, sal fina, sal mezclada con azúcar y una imagen del gnomo Kihesa (la verdadera) o su nombre escrito en un papiro real. Para este ritual necesitamos la presencia inexcusable del gnomo, la que invocaremos para obtener mejoras en la economía o suerte en general, ya que Kihesa tiene un alto poder para la suerte en todo lo que pidamos. Otra opción para convocar a este gnomo, de no tener su imagen verdadera, es escribir su nombre en un papiro cuatro veces, de forma que coincida cada una de ellas con los cuatro puntos cardinales. Comenzaremos por meditar la petición hasta llegar a la conclusión de cuál es la cantidad de dinero inicial que precisamos. Cuando lo sepamos, escribiremos en una hoja de color blanco nuestro nombre y apellido, con el del gnomo Kihesa, y en el reverso del papel indicaremos la petición y escribiremos la fecha en que la hemos hecho. En un vaso mezclaremos dos partes de azúcar con una de sal. Lo dividiremos en dos mitades y reservaremos una. El hecho de incluir el azúcar en el encantamiento de Kihesa tiene la finalidad de lograr endulzar la situación y atraer hacia nosotros la felicidad y la dicha. En el fondo de la bandeja depositaremos la mezcla de azúcar con sal. Acto seguido, sobre la superficie anterior colocaremos el papel de petición que cubriremos con sal gruesa, procurando que no caiga fuera de sus límites. El siguiente paso requerirá algo más de concentración. Comenzaremos por sostener en nuestras manos la imagen o el papiro que contiene el nombre del gnomo que facilitará el encantamiento. Nos relajaremos con la ayuda de la respiración e inmediatamente después llevaremos a nuestra mente el nombre de Kihesa, como si pudiéramos escribirlo en una pantalla imaginaria. Después, manteniendo el papel o la imagen en las manos, invocaremos en voz alta: Oh dioses del Alto Egipto, asesores y hermanos del poder de los faraones. Comendadores de la vida, del éxito y el fracaso. Acudid, os lo ruego. Oh, gran gnomo Kihesa, Señor de las corrientes, rector de la caverna, amo de la catarata, padre del río, benefactor de las cosechas... ¡manifiéstate! Oh, Kihesa, tú que lograste que humanos como yo encontrasen la felicidad con las cosechas, permite que yo ahora busque la mía con (indicar cómo esperamos obtener más dinero), pues en verdad la necesito. Concluida la invocación, permaneceremos unos minutos en silencio mientras seguimos visualizando el nombre del gnomo. Seguidamente, colocaremos su imagen o el pergamino sobre la sal que cubre la petición. Tras hacerlo, cubriremos todo el conjunto con sal fina. Por último, situaremos cada uno de los conos de incienso en las esquinas del papiro y los prenderemos con un fósforo. Acto seguido, invocaremos al gnomo Kihesa y pediremos todo lo deseado para que se pueda realizar confortablemente... Una vez efectuada la invocación, procederemos a depositar el papiro en una ventana o balcón para que pase a la intemperie toda la noche. Por la mañana lo retiraremos a un lugar de la casa. Repetiremos esta operación durante siete días seguidos, procurando no hacer este ritual cuando la Luna esté en fase menguante, dado que tendría menor efectividad y en cambio sí es aconsejable hacerlo en Luna creciente, llena o nueva. Cuando se haya cumplido la petición o consideremos que ya ha pasado el tiempo prudencial de espera para el cumplimiento, guardaremos el pedido en una tela de color naranja o amarilla y la dejaremos cerca de la imagen del gnomo. El número preferido de este gnomo es el 99, y los simpáticos son el 53, 41, 05 y 38. Por Liliana Chelli Para responder todas sus preguntas sobre duendes, gnomos y suerte, escriba por carta a Estrada 1969 (1872), Sarandí. Por mail a [email protected] o a [email protected] Y por teléfono al 4488-0248. Todas serán respondidas por la profesora Liliana Chelli a la brevedad.

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