Según las referencias históricas, el mus es un juego de origen vasco. Su nombre proviene de la palabra “muxu”, que en idioma vasco o euskera significa beso, que es una de las señas del juego.
El juego es muy popular y se extendió por toda España con pequeñas variaciones sobre las normas y forma de juego. Existen datos que reflejan que es un juego extendido también en varios países sudamericanos como Argentina, Colombia y Chile, y posiblemente se trata de extensiones del juego introducidas por inmigrantes españoles.
Se trata de un juego en el que los apostadores en primera instancia juegan para conseguir la gloria; y la gloria es la mayor, al menos la más pregonada, sobre todo por el propio interesado. Porque la primera característica del jugador de mus es la fanfarronería, limitada, naturalmente, al juego. En segundo lugar se juega para ganar un café o un aperitivo o la merienda o una invitación al teatro o cualquier cosa que le permita al ganador seguir ostentando en voz alta la excelencia de su juego, la habilidad de su compañero, la evidente superioridad intelectual de los ganadores y su generosidad, ya que continúan tratando de igual a igual a los pobres contrarios que han osado enfrentarse a ellos y, como era de prever, han perdido. Lo cierto es que el mus es sinónimo de fanfarronería y vanagloria. Es un juego que se practicaba con mayor frecuencia en las mesas de los bares.
La forma de juego más generalizada, que es la que se juega en la zona centro de España, sobre todo en Segovia y Valladolid, se trata de un juego de cuatro jugadores agrupados en dos parejas. Los jugadores se sientan enfrente de su pareja formando un cuadrado. El turno sigue el orden contrario a las agujas del reloj. Se utiliza una baraja de cartas españolas de cuatro palos. Los palos son oros, copas, bastos y espadas. Para cada uno de los palos hay diez cartas numeradas de la siguiente forma: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 10, 11, 12. Las tres últimas cartas tienen figura y se denominan sota (10), caballo (11) y rey (12). A la carta 1 se le llama también as.
Un punto muy importante del mus es que los tres (3) son reyes y los dos (2) son ases. Es decir, que la baraja se compone de ocho reyes y ocho ases. Todas las cartas tienen un valor. Las figuras (el 3 es un rey, por lo que se trata también como una figura) valen 10 puntos, los ases (1 y 2) valen un punto, y el resto valen el número de su carta. Estos valores sólo tienen validez en la apuesta de juego .
En el mus se trata de apostar. Se apuesta a cuatro diferentes categorías: grande, chica, pares y juego. Las parejas ganarán puntos en función de lo que hayan apostado en cada una de estas cuatro categorías. Gana un juego la pareja que antes consiga obtener 40 puntos, aunque algunos lo juegan con 30. La pareja que primero llegue a 3 juegos gana una vaca . Finalmente gana la partida el mejor de 3 vacas. Cada vez que se finaliza un juego, las parejas comienzan a contar los puntos desde cero.
Asimismo, al finalizar una vaca, las parejas comenzarán a contar desde cero juegos. Una mano es el período que transcurre desde que se reparten las cartas, hasta que los jugadores descubren sus cartas como resultado de haber apostado a las cuatro categorías. En cada mano hay siempre un jugador mano. Una ronda es el proceso de apostar a una categoría. Podemos decir que una mano comprende cuatro rondas. Las que se repartirán de una en una, hasta un total de cuatro cartas a cada jugador.