Creado en Francia y relativamente moderno, Le Barbú combina varios juegos en una sola partida. De una a tres horas y media de duración, se disputa en cuatro series (una por cada participante) y en una pelea de bazas, es coronado el que acumula menos puntos negativos.

“Le barbú” significa literalmente El barbudo, como referencia al Rey de Corazones que está dibujado como un monarca barbudo apuñalándose en la cabeza.

La jerarquía de las cartas es la siguiente as, rey, reina, jota, diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres y dos.

Generalmente juegan cuatro participantes de manera individual, su estructura general es la de un juego de bazas (conjunto de cartas formado por una carta de cada jugador) en el cual, en algunas ocasiones hay que ganar bazas para obtener puntos, mientras que en otras hay que evitar ganar la baza que contiene determinadas cartas para no perderlos.

Justamente, el objetivo final es acumular el menor número posible de puntos negativos.

Después de que un jugador haya salido con una de sus cartas, los siguientes están obligados a jugar carta del mismo palo. Si no tienen carta del Palo de salida y hay Palo de triunfo, pueden jugar una carta de este palo o bien descartar otra carta cualquiera. El jugador que ha jugado la carta más alta del Palo de salida es el ganador de la baza, toma las cartas de ésta y se convierte en mano.

Si hay palo de triunfo y se ha jugado alguna carta de este Palo en la baza, el ganador es el que ha jugado la carta más alta del palo de triunfo.

Barbú: Es el rey de corazones. Cuando se juega este lance, el objetivo de los jugadores es evitar llevarse una baza que contenga esta carta, ya que el hacerlo está penalizado con 20 puntos negativos. El lance se juega por bazas, sin triunfo, y no es posible salir de corazones mientras se tengan cartas de otro palo, aunque otro jugador haya salido de corazones en una baza anterior porque sólo tenía corazones. Una vez que ha aparecido el rey de corazones ya no es necesario seguir jugando el resto de las bazas.

Hay que evitar tomar bazas que contengan corazones, ya que la posesión de corazones entre las bazas ganadas por un jugador se penaliza con 2 puntos por cada carta de corazones y 6 puntos por el as. Tampoco en el curso de este juego un jugador puede salir de corazones si tiene cartas de otro palo. Cuando un jugador se lleva una baza que contiene corazones, deja estas cartas descubiertas delante suyo para que los otros jugadores sepan cuántos corazones se ha llevado cada jugador y que corazones han salido.

¡A jugar! Una vez que cada jugador tiene sus trece cartas, el juego está listo para iniciarse.

El dador, a la vista de sus cartas y en función de los lances que quedan por disputar, elige uno de éstos y lo anuncia. Una vez terminada esta fase, el dador ya puede salir para la primera baza. Después de que un dador ha finalizado sus siete juegos, el turno de dar pasa al jugador siguiente, hasta que los cuatro jugadores han repartido siete veces cada uno. Terminados los 28 juegos, se suman los resultados finales de cada jugador.

El ganador es el que tiene más puntos positivos (la suma total de los puntos debe ser cero)

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