En su libro ¿Cómo Olvidar un Gran Amor?, Marcela Labarca ofrece algunos consejos para aquellas personas que necesiten superar una separación, que es un momento de duelo y que deja a muchas personas aprisionadas y no lo pueden superar. “Son personas que viven en el pasado y que no pudieron superar el duelo amoroso”, explica.
El amor es el tema que más páginas, pentagramas, lienzos, fotografías y fotogramas ha llenado a lo largo de la historia. El arte lo tiene como protagonista absoluto de sus expresiones más renombradas. Cada persona tiene en su vida alguna historia de amor que terminó, algún amor que nunca fue o algún amor desencontrado. Sobre este tema, investigó Marcela Labarca en su libro “¿Cómo olvidar un gran amor?”, de Editorial Planeta. “La mayoría de la gente puede superar una separación, que es un momento de duelo, y seguir adelante con su vida. Pero hay muchas personas que quedan aprisionadas en ese momento y no lo pueden superar. Son personas que viven en el pasado y que no pudieron superar el duelo amoroso”, explica.
Más conocida como La Doctora Eros de “Lanata sin filtro”, Labarca es también periodista y locutora. Actualmente conduce “Ni se te ocurra contarlo” en Radio Mitre e integra el equipo de Magdalena Ruiz Guiñazú en “Esta semana” en la misma emisora. “Éste es mi primer libro. Surgió a partir de las charlas que teníamos con Jorge Fernández Díaz en la radio, en un programa que se llamaba ‘Sentimientos encontrados’. Me llevó casi dos años de investigación y de entrevistas con especialistas como médicos, psicólogos, filósofos y psiquiatras”.
La autora hace hincapié en el ejercicio de dar paso a la inteligencia en un ámbito habitualmente dominado por la pasión o por la irracionalidad, como método para sanar el dolor luego de una ruptura dolorosa: “No es que haya un kit de sugerencias para gente que recién se separó, pero cuando uno empieza a ponerle inteligencia a lo que pasó, al amor, puede analizar las cosas desde otro lugar. No se trata de amar como cuando éramos adolescentes y se nos iba la vida en ese chico que no nos daba bola. Es la decisión de pensarlo, de racionalizarlo un poco, porque si lo pasás por el tamiz de lo racional aparecen preguntas como: ‘¿Esta persona tiene que ver conmigo?’. ‘¿Comparte las cosas que a mí me gustan en la vida?’. Y las respuestas son muchas veces reveladoras”.
Este tema lo desarrolla en el capítulo de la mirada psicoanalítica donde describe sesiones que tuvo con la reconocida psicóloga María Luisa Lerer. “Coincido con ella en que por lo general, a nadie le gusta que le hablen de inteligencia en el amor. De elegir más con la cabeza que con el corazón o el cuerpo. Pero María Luisa explica que el amor puede ser una herramienta muy controladora. La pasión que no es amor, sino el inicio de algo que puede llegar a ser amor o no, dura poco”.
LEA MÁS:
Una manera de ponerle “inteligencia” al amor es contraponerlo a la idea romántica con que se lo adorna desde distintos ámbitos como las novelas románticas o las telenovelas de ficción: “Siempre fui en contra del amor romántico que es el amor de las películas, de la ficción, de los poetas, de las novelas, porque generan una ilusión romántica del amor, como de ensoñación, que poco tiene que ver con el amor real. De ese amor que fue con el que nos acunamos todos, hombres y mujeres, con heroínas, protagonistas femeninas de novelas que esperaban que viniera un hombre que les salvara la vida, y amores celosos, posesivos, amores imposibles, tormentosos, como si el amor de verdad fuera así”, dice.
En uno de los capítulos, la autora revla que estuvo en pareja con Héctor Cavallero, ex de Valeria Lynch y de Susana Giménez. “Con él hicimos terapia de pareja. ¿Si fue un gran amor en mi vida? En realidad, yo lo tenía como un gran amor, pero a medida que fui investigando sobre este tema, me di cuenta de que lo tenía totalmente idealizado y que no había sido un gran amor. A veces, uno pone títulos y las situaciones no están a la altura: ‘el amor de mi vida’, ‘el gran amor’. Pero tal vez el gran amor es el que tengo ahora que es más tranquilo, que es menos tóxico, que no es tan asimétrico. La relación con Cavallero era muy asimétrica, había una gran diferencia de edad. Pero yo estaba totalmente enamorada de él. Cuando fui creciendo, me di cuenta de que fue una gran historia de amor, pero queterminó”.
las más leídas
