La problemática no es novedosa pero no deja de ser urgente. Los vecinos de estas barriadas recuerdan a razón de una inundación grave por año, especialmente en verano.
"La última vez tuve que salir de mi casa corriendo hasta lo de mi abuela porque tenía un metro de agua adentro. La zona del cementerio es un desastre. Frente a la casa de mi abuela viven mis amigos, que recién habían sido padres, y perdieron todo lo que tenían", relató Carlos, vecino de Villa Luján.
"Es un corredor. El agua viene desde la subida de la calle Roma, a la altura de Héroes de Malvinas, y baja con toda intensidad hasta el límite de Lanús, pasando por Lynch", destacó Leandro, quien vive hace 30 años en Villa Barceló.
"No es sólo lo que ocurre cuando baja el agua y te das cuenta que perdiste todo, lo terrible de todo esto es que generalmente se registran enfermedades en los chicos y abuelos del barrio producto de los desperdicios que llegan a las casas", completó Leandro.
Sin obras y sin mantenimiento
Consultados sobre los posibles motivos por los cuales la zona es víctima habitual en cada temporal, los vecinos destacan que "hace 20 años que no se hacen obras hídricas en la zona", pero también apuntan a "la falta de mantenimiento en bocas de tormenta y sumideros".
"Cuando más te alejás de la zona de la estación de Lanús, más notás la falta de trabajos en las calles. Los desagües de la calle Lynch están todos tapados y hay pilas de basuras cada dos o tres cuadras", destacó Laura, quien hasta hace unos meses vivía en la zona, pero que acude ante cada inundación para socorrer a sus hermanas más chicas.
Las consecuencias de las inundaciones se hacen mucho más crudas para los sectores más desprotegidos. "Acá, en Los Ceibos, cada vez que llueve rezamos para no perder lo poco que tenemos. Hay muchos pibes chiquitos que después de las inundaciones sufren enfermedades respiratorias o infecciones. Lo único que nos salva es la solidaridad de los mismos vecinos", subrayó Diego, vecino del lugar.
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