Como suele ocurrir en la peluquería, Buono heredó su oficio de
manos de su padre. Sus primeros pasos los dio mientras cursaba la escuela primaria, medio jugando medio aprendiendo, motivado por aprender junto a su padre.
"Yo empiezo a los 13 años acompañándolo a mi papá a su lugar de trabajo. Me enseñó de una manera distinta de la que él aprendió, me enseñó de forma
muy profesional y hasta me llevó a la Unión de Peinadores de la República Argentina", recordó Buono.
La tenacidad con la que fue formado y la pasión que recibió de tan particular maestro, hizo que Buono cumpliera con el pedido de su padre. "Llevar el oficio al
profesionalismo extremo. "Competir es el anhelo de cualquier miembro de la Federación. Primero lograr un campeonato argentino y después salir a buscar un título internacional. Haber estado entre los tres primeros que clasifican al Campeonato del Mundo fue un sueño. Fui a cumplir mi sueño y el de mi viejo, porque la base que me dio él no me la va a dar ninguna academia de peluquería, explicó.
Ese camino de profesionalismo y pasión lo llevó a poner a prueba su talento frente a miles de personas en los escenarios de mayor exigencia. Así, fue
campeón Panamericano en Perú '99;
campeón Argentino '95 y '98; participó en los campeonatos Americanos 2001 y 2003, obteniendo en ambos la
tercera colocación; y participó los
campeonatos del mundo de Seúl '98 y Las Vegas 2002.
Una decisión nada fácilCon tantos lauros, debió tomar una decisión nada fácil. En ese sentido, expresó: "En el 2003, tras 12 años de competencia, creí que era bueno parar y dejar de competir. En ese momento, quien nos entrenaba a nosotros dejó y la Federación me ofreció a mí ser
el entrenador. No es lo mismo, pero es una forma de seguir vinculado a la competencia".
En el reciente mundial celebrado en Frankfurt, la delegación conducida por Buono obtuvo el
quinto y el séptimo puesto en dos categorías. Respecto del nivel del combinado nacional en el mundo, aseguró: "Antes había una disparidad mayor a raíz de que se competía con modelo vivo, y conseguir a alguien y llevarlo es algo bastante complejo. Las potencias como Italia traían a cualquiera de cualquier lugar. Ahora, como se compite con
un maniquí y sólo hay dos modelos homologados, se ha hecho todo esto mucho más parejo".
Proyecto para profesionalizar las actividadesJunto a miembros de la Federación impulsan un
proyecto de Ley que ya está en el Poder Legislativo para legalizar la profesión. A partir de eso, cada profesional deberá contar con una
matrícula expedida por una organización oficial que garantice una cantidad mínima de conocimientos. Buono consideró: "Hay mucha gente que trabaja a conciencia, por tradición y oficio, pero también academias que prometen enseñarte a cortar el pelo en 6 o 12 meses y eso no existe,
no es real, ni responsable"