Un gesto incondicional que grafica el amor del hincha
Jorge Colás, actual encargado de fútbol de Temperley, forma parte del selecto grupo que no dudo en arriesgar todo, para la reapertura de la entidad a mediados de la década del ‘90. “Ni lo pensé, simplemente lo hice”, señala con orgullo.
En días de alta emoción y felicidad, ver de dónde se viene para saber hacia dónde ir puede resultar un ejercicio útil. Y en esa retrospectiva del hincha gasolero, entre las cientos de imágenes, aparece la de un grupo de socios que le puso el pecho a la brava.
Jorge Colás, actual encargado de fútbol profesional de Temperley y ex presidente de la entidad en épocas de vacas flacas y en la que todo costaba el doble, forma parte de ese humilde y selecto grupo de socios que pusieron cuanto tenían al alcance de las manos y más para reabrir el club.
"Todavía no puedo creer que llegamos a Primera División. Miro para atrás los años sufridos y no lo puedo procesar aún. Es un momento muy lindo el que estamos viviendo porque no nos fue fácil llegar hasta acá, hubo un sacrificio importante en todo sentido y en todo instante desde el cuerpo técnico y los jugadores, hasta los empleados del club", señaló Colás emocionado.
" En el peor momento económico del club llegué a poner como garantía mi casa, ni lo dudé, ni lo pensé, simplemente lo hice. Fuimos las familias Picorelli, Allende, Romano, Ahuali y Colás las que pusimos en garantía nuestros bienes, era un riesgo necesario que había que correr", recuerda sobre cómo tomó aquella decisión, en consecuencia con la resolución judicial que solicitaba cinco garantías para seguir adelante.
"Cuando pienso en ese momento, no digo que me volví loco, porque tenía la certeza de que íbamos a salir adelante en Temperley", asegura orgulloso, quien en definitiva, no se equivocó en jugársela por el club de sus amores.