Fornite llegó a Android, pero el estudio que está detrás del videojuego del momento tomó una decisión pensando en sus ganancias y que dejó en segundo plano a la seguridad de los equipos utilizados por sus usuarios.
El Battle Royale puede instalarse sin pasar por la tienda oficial del sistema operativo y utilizando archivos .apk. El motivo es simple: Google cobraba un 30% por cada transacción realizada.
Pero esta decisión puede acarrear un problema para los usuarios si no descargan la versión correcta de Fortnite.
La paz que reinaba se rompió cuando Google publicó un reporte de seguridad en el que explicaba de una vulnerabilidad encontrada en el programa de instalación de Fortnite y que podría ser usada por hackers para que otras aplicaciones usaran su proceso para bajar e instalar todo lo que quisieran y con todos los permisos.
La publicación de esta información fue vista por Epic como una jugada sucia, ya que le hizo perder prestigio ante la opinión pública.
Por tal motivo, el CEO de la compañía utilizó su perfil de Twitter para defenderse y disparó contra Google:
“Android es una plataforma abierta. Lanzamos software para ellos. Cuando Google descubrió la falla de seguridad, trabajamos contra el reloj para arreglarla y lanzar una actualización. Lo único irresponsable acá es Google y su rápida publicación de los detalles técnicos”.
“Le pedimos a Google que mantuviera la discreción hasta que la actualización fuese instalada por más usuarios. Ellos se rehusaron, creando un riesgo innecesario para la gente con Android solo para ganar buena prensa de manera rápida”.
“Concuerdo con que es una estrategia de Relaciones Públicas válida el hecho de que Google haya encontrado fallas en nuestro software y creado historias con respecto a ellas. Pero ¿Para qué revelar tan rápidamente los detalles técnicos? Eso no hace nada más que darle a los hackers una opción de llegar a los usuarios que no han bajado el parche”
“Google pudo haber contado el hecho de que había una vulnerabilidad sin decir la suficiente cantidad de detalles técnicos para que los hackers pudieran explotarla”.
Cabe destacar que Epic le pidió a Google un embargo de 90 días para publicar los detalles de la vulnerabilidad, pero la compañía se negó.
Según el gigante de internet, el hecho de que al ser una app que no pasa por Play Store la trasforma en un software de riesgo y por eso, debe informar lo más rápido posible.