Ya sin viento (apenas una brisa que no superó los 15 km por hora), con una máxima que rondó los 24 grados, el día de ayer se transformó, para muchos, en una jornada ideal para las vacaciones. Y es que hubo sol a pleno, casi sin nubes en un diáfano cielo, desde bien temprano y hasta entrada la noche.
A las 9 de una mañana serena y muy agradable, el sol ya se había adueñado del paisaje dispuesto a ser el protagonista principal de un día que invitó a todos a hacer planes desde muy temprano para organizar la excursión rumbo a la porción de arena y mar elegida para darle rienda suelta al disfrute de las vacaciones.
Claro que, el anuncio de una jornada sin calores agobiantes, no significaba dejar de lado las precauciones para protegerse del sol, considerado como dañino por muchos veraneantes.
Al contrario, su presencia fue, una vez más, implacable, y la dosis de protector solar (la primera antes de salir de casa) para cubrir las zonas más sensibles de la piel es imprescindible.
Cualquiera de los cientos de veraneantes pudo comprobarlo al poco tiempo de instalarse bajo los rayos del sol. La sensación fue transmitida de boca en boca con una vieja información meteorológica casera: '¡Cómo pica el sol!'.
Una clara reseña que definió fielmente el escenario de un día que, los que más sufren el calor, definieron como 'perfecto'. Y lo argumentaba: 'Así se puede disfrutar del sol sin sofocones -contó Juan Carlos (62), apasionado del tejo vespertino en partidos que incluyen la entrega de trofeos diarios en las playas del ACA, en Punta Mogotes- y tampoco tenés que salir a buscar un buzo o una campera cuando el viento sopla fuerte y hasta te obliga a abandonar la playa'.
Los amantes del mar, por su parte, tuvieron la posibilidad de no privarse de sus excursiones habituales a las olas que, ayer, fueron menos turbulentas que en las jornadas anteriores.
Tanto así que, sobre todo en horas de la mañana, se pudo ver al mar más calmo en lo que va del año. Incluso, en algunos balnearios, se animaron a izar la bandera celeste, que en los últimos años es difícil encontrar a causa de la bravura de las olas.
Claro que, aunque las olas parezcan menos agresivas que otras ocasiones, al mar siempre hay que tenerle respeto y seguir al pie de la letra las indicaciones del guardavidas.
Como se sabe, en varias playas existen canales y bancos de arena que generan correntadas que pueden transformarse en una trampa para los bañistas.
Además, estos sectores, generalmente no son fijos y día a día cambian de lugar, por lo que es conveniente consultar al guardavidas acerca de las franjas más seguras para disfrutar del mar, incluso cuando nos consideremos expertos nadadores