No es todo, porque quien posee al extraño ser fue visitada por los famosos "Hombres de negro". El hecho, que capta la atención de expertos en ovnilogía de todo el mundo, tiene su epicentro en la mencionada ciudad, donde una mujer identificada como Palmira Pajón manejaba un negocio llamado Casa Graciela, ubicado sobre la calle San Nicolás al 900.
Durante muchos años, el "bicho" era exhibido entre la gente cercana a su familia, es decir, un minúsculo grupo de afortunados que podían observarlo en su habitáculo de cristal.
Se trata de un ser de aproximadamente 60 centímetros de alto, de color ocre y que fue "pescado" en ocasión de unas vacaciones en Monte Hermoso. Para agregar misterio y detalles impactantes al caso, se sabe que la mujer fue "visitada" varias veces por Hombres de Negro, quienes se mostraron interesados en la criatura y hasta la reclamaron.
Además, se asegura que hay otros especímenes iguales en distintas partes del mundo.
Años atrás, el caso tuvo difusión pública cuando la propietaria de la criatura decidió darlo a conocer brevemente y brindó declaraciones a un noticiero porteño. En aquel entonces, la mujer contó los pormenores del episodio: "lo pesqué yo en Monte Hermoso. Fuimos con mi marido a la playa a pescar corvinas cuando en mi caña se prendió algo pesado. Después de mucho trabajo pude traerlo hasta la costa. Cuando logré sacarlo, empezó a caminar hacia mí, se apoyó en sus manitas y nos miró a los dos. Yo me asuste y me fui, pero mi esposo se hizo cargo de la situación. Giraba la cabeza porque tenía el cuello como nosotros ", relató Pajón.
El "monstruo", que actualmente reposa imperturbable en una caja de cristal, donde se mantiene erguido y ajeno a las especulaciones sobre su origen, murió a los pocos minutos de ser "pescado", pero tuvo tiempo de provocar terror entre los integrantes del matrimonio.
"Cuando lo sacamos del agua -dijo Palmira- quedó sentadito en la arena como los humanos, puso sus dos bracitos para el equilibrio y empezó a mirar a mi marido, luego se dio vuelta y me miró a mi. Después empezó a mirar a todos lados, seguramente era la primera vez que observaba humanos. Al comienzo, creíamos que se trataba de un pez extraño, por eso en un primer momento le pusimos pez demonio, pero con los años nos dimos cuenta y comprobamos que se trataba de un bebé extraterrestre", dijo la mujer.
En ese sentido, se sabe que Palmira recibió a investigadores de lo paranormal y hasta periodistas extranjeros en varias ocasiones, quienes se interesaron en su hallazgo.