Una lluvia de ranas sorprendió pocos días atrás a los vecinos de la localidad húngara de Rákóczifalva, a 100 kilómetros al Este de Budapest. “Cuando vi que mi paraguas se llenaba de ranas, me asusté mucho”, dijo un habitante de la aldea, mientras que otros relataron que habían visto “muchísimos” de estos animales.
Según los expertos, cuando se forman nubes cúmulus linbus, que provocan fuertes lluvias y los aires calientes ascienden, algunos objetos como pequeñas plantas o animales, como ranas, arañas o peces, pueden ser elevados a las nubes, que posteriormente se “descargan” en forma de lluvias y tempestades.